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Gas Sayago y las tarjetas corporativas

Por Jorge Ciasullo

El funcionario público debe observar una conducta honesta, recta e íntegra y desechar todo provecho o ventaja de cualquier naturaleza, obtenido por sí o por interpuesta persona, para sí o para terceros, en el desempeño de su función, con preeminencia del interés público sobre cualquier otro (Ley n° 19.823 de 18 de setiembre de 2019).

El pasado 17 de julio, el diario El País tituló: "Gas Sayago pagó seis entradas para las Eliminatorias y Justicia indaga más gastos con tarjetas corporativas".

En concreto, se documentan, en la denuncia penal realizada, gastos de $ 15,540 en entradas para la tribuna América del estadio Centenario, $6.570 en un supermercado, $ 8.223 en un restaurante y $ 650 en una empresa de alarmas. Por supuesto sin perjuicio que existan otros gastos, como los citados, por lo menos llamativos.

Son llamativos porque tal como dijo al El País el vicepresidente de Ancap Diego Duran: "No había a quien vender el proyecto de regasificadora, y en Gas Sayago persistían gastando arbitrariamente con perjuicio a la administración".

Recordemos que el proyecto Gas Sayago fue una idea que le "vendió" al presidente Mujica, el Ing. Ramón Méndez (Director Nacional de Energía entre 2008 y 2015). El proyecto sólo era económicamente posible si se exportaba el 90% de la producción a la argentina, ya que a Uruguay le bastaba, para cubrir la totalidad de la posible demanda, el 10% de la producción de la planta. Todo basado en palabras y abrazos entre Cristina Kirchner y Mujica, sin ningún documento que respaldara el compromiso de compra.

Cuando se realizaron esos gastos el proyecto ya no era viable, sin embargo, se continuó irresponsablemente, no sólo con salarios altísimos, violando la normativa que limita a los funcionarios públicos a percibir como salario máximo una suma que no supere el 60% del salario del Presidente de la República, sino también con acciones como las comentadas, de espaldas a la situación ya en liquidación de la empresa.

Porque cabe preguntarse, ¿Qué tiene que ver la eliminatoria con el proyecto (ya trunco) con Gas Sayago? ¿O qué destino tuvieron las compras en un supermercado? Lo mismo para el gasto en un restaurante ¿Cómo se justificaron esos gastos?

Se podrá argumentar que esos gastos en pesos -frente a la pérdida de 213 millones de dólares que podrían superar esa cifra, porque hay contratos firmados que podrían generar demandas- son "peccata minuta".

Ello no debe ser así considerado, no importa si las sumas, irregularmente gastadas, son mínimas en relación al total de las pérdidas, porque lo que importa es la aparente percepción de majestad, en el sentido que aquello que hago autorizo o resuelvo es perfecto sea por razón divina, o por derecho.

La ética -del latín ethicus y del griego étikos- se define en el diccionario de la RAE como: "Conjunto de normas morales que rigen la conducta de la persona en cualquier ámbito de la vida (Ética profesional, cívica, deportiva)".

En base a lo anterior cabría recordar las "Meditaciones" de Marco Aurelio, aquéllas que dirige a sí mismo y que habría que recordar a algunos servidores públicos: "Ten cuidado de no cesarizarte".

Correo de los Viernes.
Publicación Oficial de la Secretaría de Prensa del Foro Batllista.