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Un crimen, un juicio único, un acusado y muchas dudas

Por LA LIBRERIA

Páginas de Sangre de Thomas Harding. LBA Libros S.A. Primera Edición, Setiembre 2019, 396 páginas.

Thomas Harding (Londres 1968), es escritor, periodista y autor de documentales, por los que ha recibido múltiples premios. Se ha destacado por sus obras de no ficción, basadas en rigurosas investigaciones, apoyándose en entrevistas y documentación probatoria. Entre sus obras se destacan Hanns y Rudolf: el judío alemán y la caza del comandante de Auschwitz (2013); La casa del Lago: una Crónica de Alemania (2015). Por Páginas de Sangre (2018) fue premiado con el CWA Gold Dagger de No Ficción.

En junio de 2006 el anciano Allan Chappelow, admirador de George Bernard Shaw, sobre quien escribió dos libros, tomó una de sus últimas fotografías e intercambió correspondencia, apareció asesinado bajo una montaña de papeles. Vivía sólo en una deteriorada mansión en los mejores barrios de Londres, donde acumulaba muebles, papeles y basura. Apenas se saludaba con algunos de sus vecinos, su aspecto a los 86 años era de una persona tan desprolija como osca.

Fue acusado del crimen un disidente chino Wang Yam, que si bien se probó y admitió que usó tarjetas de débito y crédito de Chappelow, que, según sus declaraciones, le fueron proporcionadas por la "mafia china", no fue el asesino ni nunca entró en esa casa.

Se realizó un juicio y todas las apelaciones posibles, terminando en el Tribunal Supremo. Lo llamativo, en un sistema judicial históricamente trasparente, fue que al iniciarse el proceso el juez decretó que sería "in cámera" (a puerta cerrada), es decir ciertas declaraciones de testigos, así como documentos y pruebas a presentar, serían en absoluto secretas, por "seguridad nacional", siendo el primer juicio por asesinato de la historia de Gran Bretaña que se celebró bajo esa condición. Secreto que se mantiene hasta hoy, en el sentido que quien revele parte de documentos declaraciones o aún que arriesgue conclusiones (periodistas-escritores, etc.) puede incurrir en desacato. Tan es así, que el propio autor, consigna en la obra que, trabajando en la misma-más de 10 años después de los hechos - fue advertido de esa situación.

Cada lector sacará sus conclusiones, así como el por qué en una de sus últimas largas y constantes charlas telefónicas con el acusado, éste describió: "cómo el gobierno británico lo había traicionado, cómo la mafia había conspirado contra él, cómo la policía china disponía de pruebas de su inocencia y el plan que tenía para "revelar material" a sus contactos en Hong Kong" ..." Tal vez incluso enviara ese material a Rusia :"no me queda otra alternativa". No revela el autor en qué se basaba Wang Yam para sostener sus miesteriosas afirmaciones.

Correo de los Viernes.
Publicación Oficial de la Secretaría de Prensa del Foro Batllista.