Por Marcela Pérez Pascual
El pasado 15 de octubre se realizó en la Casa de nuestro Partido un homenaje a quien fue Presidente de nuestro País entre el 2000 y 2005.
En él hablaron su hijo Raúl Batlle, nuestra Vicecanciller Carolina Ache Batlle y su sobrina nieta, y nuestro Senador Germán Coutinho.
Si bien hay poco que podamos decir que no se sepa ya, siempre es bueno recordar figuras de la talla y envergadura del Dr. Battle.
Nació el 25 de octubre de 1927. Hijo de Matilde Ibañez y de Luis Batlle Berres quien fue Presidente de la República entre 1947 y 1951 y luego miembro del Consejo Nacional de Gobierno 1955-1959, además de legislador y periodista. A su vez fue sobrino nieto del expresidente uruguayo José Batlle y Ordóñez y bisnieto del también expresidente Lorenzo Batlle.
Fue a la Escuela Pública, al Liceo Bauzá y a la Escuela y Liceo Elbio Fernández. En 1956 se recibió de Doctor en Derecho de la Facultad de Derecho de la Universidad de la República, desde entonces se especializó en temas económicos.
Orgulloso padre de Raúl Lorenzo y Beatriz y abuelo de Nicolás, Lorenzo, Gerónimo y María Paz.
Fue periodista y al comienzo escribió en el períodico "El Día", fundado por su tío abuelo, José Batlle y Ordóñez, en 1886. Fue redactor, secretario de redacción y director del periódico "Acción", fundado por su padre en 1948.
A lo largo de su vida ocupó numerosos cargos en el área política entre los que se destacaron el de diputado nacional, senador de la república y el más importante; presidente del Uruguay.
Tras el fallecimiento de su padre en 1964 es electo como único líder de la Lista 15
Fue uno de los redactores e impulsores, en 1965, de la reforma de la Constitución de la República, que fue plebiscitada y sancionada en la elección de 1966.
Durante la dictadura cívico-militar, al igual que otros dirigentes políticos, fue proscrito por el Acto Institucional Nº 4 del 1º de septiembre de 1976. Entre 1976 y 1983 integró junto a Amílcar Vasconcellos y Raumar Jude el triunvirato que dirigió clandestinamente al Partido Colorado. En conjunto con el Triunvirato del Partido Nacional participó en actividades políticas en la búsqueda de un entendimiento con las Fuerzas Armadas.
En noviembre de 1984 fue elegido senador encabezando la Lista 15. El 1ero de marzo de 1985 le tomó juramento a Julio María Sanguinetti como Presidente y a Enrique Traigo como Vicepresidente
En 1999 ganó la interna del Partido Colorado y luego en balotaje venció al candidato del Frente Amplio Dr. Tabaré Vázquez convirtiéndose en Presidente electo.
Durante su mandato, en el año 2000, nuestro país enfrentó una de las crisis financieras y económicas más complejas que ha enfrentado nuestro país. Fue gracias a su apego a nuestra Constitución, a la ley y a las libertades públicas, a las Instituciones Democráticas-Republicanas, y al tradicional cumplimiento de las obligaciones, que nuestro país hizo frente a sus compromisos y pudimos evitar el default, que era recomendado por el propio FMI. Logró superar dificultades sin sufrir ningún colapso institucional, como alguno sí auguró o procuró.
A él se sumó un formidable equipo técnico que lo acompañó integrado por Alberto Bensión Ministro de Economía y Finanzas que fuera luego sustituido por Alejandro Atchugarry y finalmente por Isaac Alfie, César Rodríguez Battle en el Banco Central, Ariel Davrieux en la Oficina de Planeamiento y Presupuesto.
Un año después de esa crisis el país ya estaba creciendo y el Dr. Batlle, le entregó el gobierno al Dr. Vázquez nuevo presidente de otro partido político, en paz y libertad.
Hasta su fallecimiento, el 24 de octubre de 2016, continuó siendo una figura política activa y de referencia, predicando, debatiendo, lanzando ideas, hablando y provocando debates. Fue consultado en forma permanente por periodistas y distintos actores de la sociedad sobre temas de trascendencia dentro de la política y economía uruguaya.
Más allá de esta pequeña referencia que puedo hacer a su extenso saber y experiencia, cabe resaltar que fue un hombre fiel a su sentir y pensar. Sincero, honrado y libre. Siempre dijo lo que tenía para decir.
Hombre que siempre iba un paso adelante avizorando el futuro y estructurándolo. Promotor de las instituciones y la gobernabilidad democrática. Batllista liberal que se supo adaptar a los tiempos modernos donde rige la apertura y competencia comercial. Con la admirable capacidad de hablar con todos y cualquiera de nosotros, desde el más instruido y académico hasta el más simple de los mortales. Él se interesaba y podía estar horas conversando con el comerciante de la esquina, lo mismo que con el último Premio Nobel de Química.
Tal como lo dijo más de una vez, fue un miembro activo del "Partido que atendió con celo y eficacia la modernidad en los cambios" al cual sirvió de forma fiel y responsable hasta el día en que nos dejó.
Otro actor fundamental que nos hace falta y extrañamos a diario. Admirable en tantos sentidos que es imposible enumerarlos. Deseamos que, por las generaciones, futuras su legado permanezca vivo y perdure por siempre.
¡Viva Batlle!