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Mercosur-UE, el reto destrabar la firma del acuerdo

Por Alvaro Valverde Urrutia

Se siguen contraponiendo las posturas de los actores del acuerdo Mercosur-UE arriesgando su firma y ratificación.

El nuevo comisario de Comercio Europeo, Dombrovskis tiene la complicada misión de encontrar la manera de destrabar la culminación del acuerdo, en particular, por las críticas a la política ambiental de Bolsonaro; así como la resistencia de los agricultores europeos. Mientras, Bolsonaro no acepta los reproches de varios países europeos sobre que haya mayor cantidad de incendios en la Amazonia, ni las acusaciones de los grupos de presión.

El nuevo comisario, Dombrovskis tendrá que desatar al interior de la UE el “nudo gordiano” que representa el acuerdo para los intereses de los agricultores europeos: así como las duras críticas a Bolsonaro por el daño ambiental en la desforestación e incendios en el mayor pulmón del mundo, por más que pertenece a Brasil.

Pareciera, que las declaraciones y política de medioambiente de Bolsonaro no favorecen el avance y cumplimiento del acuerdo, su gestión ha tomado una posición que pone en riesgo el acuerdo, negando el tema ambiental y climático, con lo cual se ha debilitado su imagen internacional, también, por el manejo de la crisis sanitaria del Covid-19.

El nuevo comisario europeo deberá, entonces, enfrentar la postura resistente de algunos miembros europeos sobre la desforestación, ya que Francia no estaría dispuesto a ratificarlo y el gobierno alemán principal impulsor del acuerdo ha dado un viraje de 180 grados, poniendo dudas en seguir avanzando con el acuerdo; al mismo tiempo Bolsonaro estaría implicando un reto para el acuerdo con sus políticas ambientales desafiantes y enfrentamientos,

Es interesante destacar aquí, que el acuerdo dispone el compromiso para Brasil de cumplir el “Acuerdo de París” sobre compromiso climático. También, se dispuso un capítulo sobre el desarrollo sostenible.

La UE tiene una intensa acción de los grupos de presión, tales como ONG y Partidos Verdes, entre otros, pareciera llevaron a Merkel a ser escéptica con el avance del acuerdo luego de reunirse con Greta Thunberg, que le denunció la inacción política frente al clima.

También, influye en la presión sobre el medio ambiente el cambio de autoridades en la Comisión Europea, la nueva presidenta, Ursula von der Leyen, concibe lo ambiental como una de sus prioridades, con su notorio “acuerdo verde”.

Varios de los países europeos alegan consecuencias ambientales globales, con ello ponen en duda la consecución del acuerdo. Con ello, pareciera disfrazarse la no firma del acuerdo con el Mercosur por los aspectos de medio ambiente, cuando ejercen más presión los agricultores europeos por considerar una competencia injusta de tierras desforestadas.

El reciente informe de Human Rights Watch (HRW) establece que los incendios suelen ser más numerosos en agosto o septiembre”. Mientras, el INPE de Brasil publicó a principios del presente año, que en 2019, el incendio primero desastroso para la Amazonía el área con “advertencias de deforestación” sumó 9.166 kilómetros cuadrados frente a los 4.946 kilómetros cuadrados de 2018, un incremento del 85%. Supuso la mayor destrucción anual de selva de la década. Y 2020 podría ser peor si sigue el ritmo actual de incendios.

Quienes apuestan en el Mercosur y la UE por la firma y ratificación del acuerdo deberían hacer hincapié ante las resistencias europeas y la amenaza que la política ambiental de Bolsonaro significa para el acuerdo, en la influencia que el mismo le brinda a la UE para que Brasil cumpla con el Acuerdo de Paris; así como mediante el acuerdo se cumplan los compromisos en materia de desarrollo sostenible europeos, en particular, con el clima.

Por consiguiente, para los europeos el acuerdo, también, actuaría como garante para prevenir un retroceso climático por parte de Brasil. Esto quedaría más evidente cuando comience el proceso ratificatorio.

Seguimos sosteniendo en esta página, que pareciera que las dudas manifestadas desde la Presidencia de la UE, Merkel no significaría una oposición al acuerdo, sino que están dirigidas a que Bolsonaro garantice la protección de la Amazonia y cumpla lo acordado para la forestación, entre otras.

Es un hecho que la firma del acuerdo se pospone, pero no significa que se tiren por la borda 20 años de negociación y el compromiso de un texto acordado el pasado año. También, se acaban de suscribir los capítulos político y de cooperación que comprenden los tres pilares del acuerdo junto al comercial.

El punto es que la política ambiental de Bolsonaro y la Amazonia no lleve a ciertos países europeos a encubrir las dudas ambientales por proteccionismos, es decir, no confundir los intereses climáticos de los grupos de presión con los rechazos de los agricultores.

Correo de los Viernes.
Publicación Oficial de la Secretaría de Prensa del Foro Batllista.