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Un presupuesto realista, sin nuevos impuestos y con el Estado como garantía de los más necesitados

Pese al descalabro financiero heredado y a la crisis económica mundial como consecuencia de la covid-19, el gobierno de coalición, reconocido internacionalmente como uno de los mejores gestores de la pandemia, presentó un presupuesto equilibrado que busca, por un lado, dinamizar el sector privado para generar crecimiento y empleo, y por otro, proteger a los más débiles a través de un Estado eficiente que brinde oportunidades reales de movilidad social.

Es imprescindible reiterar que previamente a la asunción del nuevo gobierno, Uruguay se encontraba atravesando una profunda crisis. En el último semestre en el que gobernó el Frente Amplio, la economía uruguaya entró en una fase recesiva, la más baja de los últimos 17 años, con una caída del 1,6% del PIB. Además, el 2019 cerró con los peores niveles de empleo en la última década -157.900 desempleados, equivalentes a un 10.5% de desocupación- y el déficit fiscal más alto en 30 años, por encima del 5% al cierre de ese año.

A la abrupta caída del crecimiento, el aumento de la desocupación y la desorbitante deuda, es necesario sumar la pésima administración y el derroche de los dineros públicos realizados por las distintas administraciones frenteamplistas, Por nombrar los casos más sonados: U$S 60 millones de sobrecostos en el ANTEL Arena; U$S 142 millones en sobrecostos de energía pagados por UTE; U$S 200 millones gastados en el inexistente proyecto de Gas Sayago; y U$S 800 millones que costó capitalizar la ANCAP post Sendic.

Con este oscuro panorama, el nuevo gobierno no sólo ha manejado la pandemia sin escatimar recursos -y salvando la economía- sino que acaba de presentar un presupuesto realista que pone como centro a las personas. "Lo que importa son los resultados en el alumno, en el paciente, en la persona que necesita una vivienda, y no cuántos recursos van a cada uno de los incisos", comenzó señalando la Ministro de Economía, Azucena Arbeleche, durante su comparecencia al Parlamento.

En una conferencia de prensa brindada luego de la presentación en Diputados, la Ministro comenzó destacando uno de los principales compromisos del gobierno para el quinquenio: "no hay un aumento impositivo". Además, señaló que el proyecto "pone a disposición todos los recursos necesarios este año para hacer frente a la pandemia y a partir del año 2021 prevé una mejora de la situación fiscal".

La Ministro resaltó que "los dos puntos fundamentales" del presupuesto son "el crecimiento económico con mayor empleo" y "la sostenibilidad de las políticas sociales". El "principal desafío" que hoy tiene el equipo económico, aseguró Arbeleche, es "generar puestos de trabajo". Respecto a las políticas sociales, aseveró que existe "la obligación" y "la responsabilidad" de que "estén los recursos económicos para hacer frente a las mismas".

Respecto a las críticas de la oposición por una supuesta "ausencia del Estado", Arbeleche fue contundente: "No tenemos un Estado en retirada, lo que tenemos es un Estado muy presente, muy activo, centrado en la persona, presente en donde tiene que estar". De acuerdo a la Ministro, tanto en la situación actual -de pandemia- como a futuro, el Estado estará "protegiendo a las personas más débiles" y "apoyando a las empresas más pequeñas".

A propósito del "ahorro", Arbeleche aseguró que lo que se quiere es "ahorrar para mejorar el resultado fiscal y quitarle mochilas al sector privado". A modo de ejemplo, mencionó el caso de los funcionarios públicos con salarios elevados: "los funcionarios públicos cuyo sueldo sea más alto que el correspondiente al Ministro de Estado no van a tener aumentos, o tendrán aumentos salariales tales que se equipara su sueldo con el del Ministro". Además, planteó que "los funcionarios de las personas públicas no estatales no podrán tener una remuneración mayor a la correspondiente a un subsecretario".

En la misma línea, consultada respecto a los demás funcionarios públicos que argumentan se les está "recortando" el salario, recordó que el artículo 4° del proyecto establece que el poder adquisitivo de estos últimos se mantendrá a lo largo del período presupuestal. "Los detalles de la situación en cada año es algo que se está dialogando con los funcionarios. No es un capítulo que esté cerrado, estamos en negociaciones".

Finalmente, acerca del margen fiscal sobre el total del gasto, Arbeleche expresó: "Casi no tenemos". Señaló que esto se debe a dos factores. Por un lado, al déficit de más de 5 puntos del producto que dejó la administración anterior, y por otro, el efecto de la pandemia que fue atendida sin escatimar recursos. "Es imperioso mejorar el resultado fiscal a partir de 2021 para estabilizar la deuda en términos del producto. Por eso, es importante buscar reasignar las partidas, optimizar los recursos, que se eviten las duplicaciones de gastos que se estaban dando sin tener resultados efectivos", acotó.

Respecto a esto último, la semana pasada, previo a la presentación del presupuesto nacional, el gobierno informó a la prensa sobre las características del ahorro que ya se había comenzado a aplicar a nivel ministerial. Causa estupor ver como se manejaban los dineros públicos. Por ejemplo, en Economía se dejó de comprar una revista -con datos públicos- que costaba $2 millones al año, el equivalente a 123 salarios mínimos o 619 familias con más de 4 menores a cargo que reciben una trasferencia del MIDES -de las más abultadas.

Justamente, dentro del MIDES, había una dirección que tenía 40 cajas chicas de $20 mil cada una y otra que compraba 25 suscripciones al mismo diario por más de $100 mil mensuales. El mismo nivel de derroche manejaba Educación y Cultura en donde se pagaban más de $7 millones en alquileres de locales que no se usaban. Igual en Industria que se dejó de pagar un alquiler de $1 millón mensual y el Ministerio volvió a su sede originaria que es propiedad del Estado.

Finalmente, entre Interior y Defensa, se ahorraron 20 millones, pero de dólares, entre la cancelación de eventos, reducción de cargos de confianza, eliminación de compra de diarios, contratos de celular, gastos de catering, compra de armas y vehículos, refacciones edilicias, etc.

En definitiva, aunque el Frente Amplio se esmere en construir un relato desleal y malintencionado en torno al presupuesto, las pruebas saltan a la vista y quedan aquí documentadas para ayudar, en el futuro, a los desmemoriados. Si no tienen nada para aportar, deberían tener la deferencia de llamarse a silencio.

Correo de los Viernes.
Publicación Oficial de la Secretaría de Prensa del Foro Batllista.