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30 años de promesas incumplidas: el precio del boleto

En su primer discurso como Intendente electo de Montevideo, el Dr. Tabaré Vázquez prometió "rebajas" del boleto "desde el primer día" para apoyar a "los menos pudientes". Sin embargo, tomando únicamente las últimas dos administraciones frenteamplistas de la capital, el precio del boleto creció 135% a pesar del abrupto incremento de los subsidios estatales que sobrepasaron los 100 millones de dólares anuales.

A principios del año 1990, tras ser electo Intendente de Montevideo en las elecciones de 1989, un joven Tabaré Vázquez se dirigió a un grupo de simpatizantes nucleados en la Plaza Lafone. Allí, Vázquez anunció la "rebaja del boleto desde el primer día", al tiempo que fustigó la forma en que las anteriores administraciones fijaban el precio del boleto: "los menos pudientes están subvencionando otros intereses", sostuvo.

Según las crónicas de la época, Vázquez culpó a los representantes nacionales por no "levantar la mano para eliminar todas estas cargas que caen sobre las espaldas de los menos pudientes" y prometió una "reestructura total" del sistema de transporte capitalino. No sólo se refirió a la "renovación de las flotas", sino que -aseguró- "haremos respetar los recorridos, los horarios nocturnos y habrá una difusión adecuada para que se humanice el servicio".

No obstante, desde hace 30 años, durante los que el Frente Amplio ha gobernado Montevideo, el precio del boleto capitalino no ha parado de crecer y los montevideanos siguen esperando la "humanización del servicio" prometida por Vázquez. En las últimas dos administraciones, la de Ana Olivera (2010-2015) y la de Daniel Martínez (2015-actualidad), la situación se agravó considerablemente. En una carrera imparable, el precio del boleto y los subsidios estatales aumentaron más del doble.

Al igual que Vázquez hizo hace 30 años, durante la campaña electoral para las elecciones departamentales del año 2010, la Prof. Ana Olivera se comprometió a ajustar el precio del boleto de forma "moderada" una vez al año. Cuando resultó electa, el boleto tenía un costo de $17. Durante los tres primeros años de gestión, Olivera cumplió su promesa y realizó dos aumentos de $1. Sin embargo, en los últimos años de su gestión no logró contener los incrementos: realizó dos en 2013 ($2); dos en 2014 ($2); y uno al finalizar su gestión en 2015 ($1). Olivera recibió el boleto a $17 y lo entregó en $24: un aumento de 41% en cinco años.

Nuevamente en campaña, el Ing. Daniel Martínez se comprometió a brindar un "mejor servicio de transporte" que "cueste lo menos posible". Sin embargo, desde el inicio de su gestión en 2015 hasta la actualidad, el boleto pasó de costar $24 a $40: un aumento de 66,5% (25% más que su antecesora). En conjunto, las administraciones de Olivera y Martínez incrementaron el precio del boleto un 135,2% (de $14 a $40), muy por encima de la inflación, los aumentos salariales y cualquiera de las excusas aducidas por el oficialismo montevideano.

Contrario a lo que indica el sentido común, el incremento en los precios del transporte público no se debió a una contracción de los aportes estatales. Por el contrario, éstos se incrementaron sustancialmente durante las administraciones nacionales del Frente Amplio. En 2009, los subsidios sumados representaron más de 58 millones de dólares; para 2012, esta cifra ascendió a 104 millones de dólares; desde entonces, no se ha reducido.

Pero estos constantes incrementos, que Vázquez y el Frente Amplio prometieron no hacer, tampoco han "humanizado" un sistema de transporte cuyo mayor logro reside en amontonar a los usuarios como ganado, en viajes tan incómodos como interminables. Un sistema en el que agentes privados con vínculos en el gobierno gestionan, sin contrapartida alguna, los fondos resultantes del trabajo de los uruguayos.

Tal es la confianza, que el sistema está basado en las declaraciones juradas que hacen las empresas sobre sus costos internos y los kilómetros recorridos, datos con los que las autoridades confeccionan la famosa paramétrica de la que surgen los porcentajes de aumentos. Utilizando las palabras de aquel joven Vázquez: ¿"los menos pudientes están subvencionando otros intereses"?.

En definitiva, lo único lógico son las consecuencias de este perverso sistema. Lejos de "apoyar a los menos pudientes", como han argumentado todos y cada uno de los frenteamplistas que han ocupado el sillón municipal después de Vázquez, se los condena. A pesar de los subsidios millonarios, el transporte colectivo actual es más caro e ineficiente que el que Vázquez criticaba en sus primeros discursos como Intendente.

Ya son 30 años de promesas incumplidas u Montevideo necesita un cambio urgente, uno de verdad.

Correo de los Viernes.
Publicación Oficial de la Secretaría de Prensa del Foro Batllista.