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No, no somos solidarios

Por Consuelo Pérez

En el marco de las medidas, protocolos y prohibiciones vinculadas a la pandemia, la Intendencia de Maldonado investiga si un video que se "viralizó" en las últimas horas corresponde a una fiesta bailable realizada en Punta del Este. A su vez, la Intendencia de Salto investiga la realización de una fiesta privada en la zona de Salto Grande.

El puntaesteño lugar parecería ser un boliche de la zona de Beverly Hills, y tras la "viralización" muchísimas personas condenaron el hecho de que, mientras miles de uruguayos responsables respetan la cuarentena y las indicaciones del gobierno y especialistas en forma voluntaria, un importante grupo de personas hacen todo lo contrario.

El diputado por el Partido Nacional, Rodrigo Blas, manifestó que "Los protocolos están para cumplirse y hacerlos cumplir. Hemos hablado con el director de Higiene de la intendencia y ya está accionando. Son tiempos de responsabilidad social: los irresponsables afuera", pues está vigente una prohibición con referencia a lo acontecido.

Asimismo, una fiesta privada en Salto, transgredió las normas, convocando muchísima gente a la que poco importa la salud del resto, al buscar mecanismos que les permitan burlar las normas pensadas para salvaguardar la salud comunitaria, en una conducta claramente antisocial.

Tratando de definir el alcance de algunos términos, diremos que la solidaridad es la capacidad que tienen los miembros que pertenecen a una comunidad de actuar en forma mancomunada, porque comparten intereses y necesidades debido a los lazos sociales que les unen. Es como un antídoto a los males del individualismo y el egoísmo, presentes en el tejido social, y formando parte del mismo.

La solidaridad, como uno de los valores humanos esenciales, supone un alto grado de altruismo o desprendimiento para brindar apoyo a una persona en su mayor momento de vulnerabilidad, incluso si ello implica hacer a un lado las necesidades, opiniones o prejuicios personales.

Atentos a los hechos mencionados, y en otros escenarios a múltiples actitudes de algunos gremios y colectivos, es claro que los uruguayos no hemos entendido el concepto de solidaridad,o cuando menos, que lo hemos tergiversado de acuerdo a nuestra conveniencia y circunstancia, constatándose actitudes que hasta pueden catalogarse como desafiantes.

Sí somos colaboradores. Colectas, apoyo a instituciones de obra social, alimentos y ropas para inundados, chapas para quien se le voló el techo. Sí, somos colaboradores, y eso es esencial para vivir en sociedad como personas civilizadas.

Y no es de ahora, pues tal cual lo expresaba sabiamente Marco Aurelio (121-180) - apodado el Sabio o el Filósofo - emperador del Imperio romano, el último de los llamados Cinco Buenos Emperadores, "Hemos nacido para colaborar, al igual que los pies, las manos, los párpados, las hileras de dientes. Obrar, pues, como adversarios los unos de los otros, es contrario a la naturaleza".

En consecuencia, a sabiendas de que distamos mucho de ser solidarios, y recordando que la vida en Democracia supone derechos y obligaciones, al menos colaboremos con quienes han sido elegidos para gobernarnos. No sólo

en lo que concierne a la pandemia, sino al menos no siendo un permanente "palo en la rueda ", a toda acción de gobierno, con acciones corporativas y contrarias a los reales fines que dicen perseguirse.

Y como esa actitud obviamente no está en la actual naturaleza "opositora", en su manera de concebir la sociedad demócrata, pueden argumentar - en caso de reflexionar - que lo hacen por respeto a Marco Aurelio, si es que no quieren "traicionar sus raíces".

Es una simple sugerencia, y vale para todos.

Correo de los Viernes.
Publicación Oficial de la Secretaría de Prensa del Foro Batllista.