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En el MIDES siguen las sorpresas, pero Marina no aparece

Cientos de miles de dólares de donaciones despilfarrados, armas en un cajón de un escritorio, contratos multimillonarios e ilegales con "ongs" amigas y un ascensor de contrabando, todo puede encontrarse en la auditoría que se hace actualmente en el Mides, el Ministerio de Desarrollo Social. Mientras tanto, la exministra Marina Arismendi sigue escondida, sin responder.

Menos elefantes, en el Mides puede encontrarse de todo. Ya hemos informado sobre las donaciones por decenas de miles de dólares, con materiales sanitarios muy importantes, que se ubicaron sin uso en diversos depósitos. Sólo eso conformó un caso de desidia y omisión francamente indignante, del que es muy posible que deriven denuncias penales.

Pero esos tristes hechos fueron mínimos, con relación al resto de las denuncias que vienen acumulándose a medida que la auditoría avanza.

Se supo que sólo el 30% de lo gastado iba en forma directa a los usuarios, ya que el resto es absorbido por los funcionarios de los programas, quienes muchas veces tenían sueldones. En un Ministerio que gasta anualmente U%S 300 millones por año, es fácil sacar la cuenta.

Según denuncias del programa Santo y Seña la ONG Plenario de Mujeres del Uruguay cobró del Ministerio casi U$S 23 millones, mientras que el Sunca, el sindicato de la construcción, cobró U$S 1.5 millones por asistir a organizaciones dedicadas a refaccionar viviendas. Es muy posible que esos contratos figuren entre la decena de adjudicaciones ilegales que hizo el Mides, observadas reiteradamente por el Tribunal de Cuentas, observaciones violadas sistemáticamente por las exautoridades.

El desorden era de tal entidad que se supo que de los dos ascensores que hay en el edificio del Mides en 18 de Julio y Barrios Amorín, frente a El Gaucho, uno no funciona hace años, pese a que está vigente el contrato con la empresa que presta el servicio. Santo y Seña también informó que en el último piso del Mides funcionaba una oficina de esa empresa de ascensores, Otis, utilizada como base para la zona. Un trabajador de la firma dijo al programa que el exdirector de la División Logística del Ministerio, Eduardo Méndez, había autorizado que trabajaran allí. Méndez lo negó. En la imagen que trasmitió el canal se ve en esa oficina clandestina un microondas y al lado un termo con el pegotín de la lista 1001, del Partido Comunista, al que responden las anteriores autoridades del Ministerio.

Mientras tanto, la exministra Marina Arismendi sigue sin hablar de las acusaciones, dado que se encontraría en el exterior. La exsubsecretaria del Ministerio, Ana Olivera, dijo que todo es un "show mediático", sumándose a la campaña de excusas que vienen manteniendo los principales voceros del Frente Amplio.

Cuando todo pase a la Justicia, lo que será pronto, veremos si se trata de un "show mediático" o de una condenable historia de acomodos e indecencias.

Correo de los Viernes.
Publicación Oficial de la Secretaría de Prensa del Foro Batllista.