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Frente Populistamplio

Por Ignacio Paz

Martínez dijo que el COVID-19 sacó la peor versión del capitalismo.

Que difícil resulta tomar en serio una afirmación de semejante naturaleza, pero si lo haremos en pos de respetar el importante caudal electoral que hoy el Frente Amplio representa a pesar de haber perdido el gobierno y la hegemonía.

Lo primero a destacar de estos dichos es donde lo dijo y en qué circunstancias. Casualmente, esta afirmación fue publicada en la cuenta del propio Martínez en instagram, tras un encuentro vía zoom con importantes referentes del "Grupo de Puebla".

El Grupo de Puebla, que se autodefine como "un espacio de reflexión e intercambio político que trabaja para el desarrollo integral de los pueblos latinoamericanos", se reunió el viernes 10 de abril de forma virtual a través de la plataforma Zoom, donde Daniel Martínez participó de esta instancia, y dijo que "de esto se sale apelando al paradigma de la solidaridad, y con un Estado robusto".

En fin, como conclusión de todos estos dichos, no cabe duda que llegó la línea de instrucciones de la comandancia populista de América Latina, y que Martínez lanzó sin evaluar lo que estaba diciendo, ya que a ningún ser racional se le puede ocurrir apuntar contra el capitalismo, sin antes no hacer la más mínima reflexión o autocrítica de la situación que ellos mismos dejaron luego de 15 años de hegemonía y economía con viento en cola y 30 años de gobierno capitalino. Pero nada nuevo, si recordamos las dificultades para reconocer que en Venezuela rige una dictadura, la cual por orden superior no se podía admitir públicamente a cuenta igual de pasar por ridículo.

Pero, ¿esto, puede llamar a asombro a alguien que conoce el proceder del socialismo del siglo XXI? Pues no, ya que sigue el manual a la perfección de todos los populistas de América Latina, que lo acompañan en el Grupo de Puebla y en el Foro de San Pablo previamente del cual son afiliados. Nos referimos a Lula, Cristina, López Obrador, Evo Morales, el propio Maduro, los Castro, entre otros, que han sumido a sus pueblos a las peores condiciones humanitarias como lo registran todos los medios día tras día.

Pero claro, y como punto número uno del manual, "la culpa no es de ellos, es de otros" que se puede llamar imperialismo, neoliberales, a los ricos, a los gringos, la CIA o el propio capitalismo. Ese complejo de victimas les ha servido para seguir agrandando el enorme aparato Estatal, concentrando el poder, con el cual gobiernan y se enriquecen ellos, no sus pueblos. A esto nos referimos cuando vemos a Martínez publicar que de esto se sale con un "Estado robusto".

Naturalmente está en la base del socialismo que se difunde en América Latina ese norte y contra esa ideología es la que luchamos los liberales. Esa mentalidad que espera de otros la solución de los problemas propios, es la que los lleva a echarle la culpa a todos menos a sí mismos de sus desgracias, sintiéndose con todos los derechos de reclamar al Estado, así sea que se encuentre en perfectas condiciones de desarrollarse por sí mismo y buscar su felicidad y la de su familia con su esfuerzo personal. Ahí aparece el "asistencialismo" que asoma de distintas maneras, ya sea por un cargo estatal, una subvención, donación o "preferencia" a la hora de definir contratos.

Siguiendo con el manual, el populista fomenta las luchas de clases, entre buenos y malos, entre pueblo y anti pueblo. El propio Che Guevara transmitía en la revista Tricontinental en 1967 que "el odio como factor de lucha, el odio intransigente..." claro está, en un ambiente de revolución violenta marxista, pero de todos modos la inserción del odio en la sociedad es el primer paso. El paso siguiente es eliminar la libertad económica anulando la posibilidad al individuo de gozar del fruto de su trabajo, siendo el Estado el que controla todo y absorbe el poder, que ya sabemos por las experiencias como lo administran.

Por último, pero no por ello no es que no haya más características comunes de los populistas y los dichos de Martínez, está esa obsesión por la igualdad material que, cuando llegan al poder se transforma en mayor desigualdad. Para ejemplo un botón: el paradigma de los socialistas de América Latina no es otro que Fidel Castro, el profeta de la igualdad, que casualmente fue distinguido por la Revista Forbes como uno de los políticos más ricos del mundo, cuyo patrimonio se evalúa en novecientos millones de dólares. De ahí para abajo, que decir de Chávez, Maduro los Kirchner, Lula, etc. etc.

Es por ello que naturalmente apoyamos la reacción inmediata de la candidata a Intendenta por la Coalición multicolor, Laura Raffo, al salirle al cruce, discrepando con los dichos de Martínez, sosteniendo que "Más que dejar al descubierto al capitalismo, el coronavirus dejó a la vista de todos cómo está Uruguay luego de 15 años de gobierno nacional del FA y 30 años en Montevideo. No busquemos la paja en el ojo ajeno".

Entendemos que Martínez perdió una gran oportunidad de sumar, de aportar a la lucha contra el COVID 19, por el solo hecho de acatar sin medir consecuencias lo establecido por la cúpula latinoamericana nucleada en el Grupo de Puebla, chocando de frente con la impactante realidad del Uruguay y los esfuerzos que se están haciendo con éxito hasta el momento, en esta enorme lucha desigual.

Correo de los Viernes.
Publicación Oficial de la Secretaría de Prensa del Foro Batllista.