A pesar de los múltiples fallos de la Justicia, que han obligado a retirar propaganda proselitista de distintos centros educativos en los últimos años, las agremiaciones docentes se empecinan en violar la laicidad, esta vez colocando cartelería en contra de la Ley de Urgente Consideración en el Liceo de Tarariras, en el Departamento de Colonia.
Para sorpresa de los habitantes de la pequeña ciudad de Tarariras, desde el pasado 12 de marzo, la fachada del Liceo público de esta comunidad se encuentra intervenida con afiches contrarios a la Ley de Urgente Consideración propuesta por la coalición de gobierno. La pancarta, firmada por la Federación Nacional de Profesores de Educación Secundaria (Fenapes), afiliada al PIT-CNT, dice: "Siempre defendiendo la Educación Pública. No a la LUC".
Según consignaron diversos medios de prensa locales, el pasado domingo 10 de mayo, una centena de vecinos se comunicaron con el Diputado nacionalista Mario Colman preocupados por la intervención en dicho centro de estudios. Una vez tomó contacto con la situación, el legislador acusó a la agremiación docente de "atropello a la laicidad".
Según argumentó Colman en una carta pública dirigida a los dirigentes de Fenapes, "la Laicidad es un sello inherente a la identidad Nacional, asentado en un conjunto de previsiones Constitucionales explícitas (art 5, art 58 y art 68) que han servido como principio de convivencia derivado de la forma Republicana de Gobierno. Se trata de normas que tienen por objeto garantizar la neutralidad del Estado en materia Religiosa y Política, cuestión que cobra particular relevancia en el ámbito de la Educación Pública".
En cambio, los dirigentes de Fenapes aseguraron en un comunicado que el concepto de laicidad que maneja el Diputado Colman -que no es otro que el que establece la Constitución de la República- "es similar al que maneja Jair Bolsonaro, ya que entiende que las instituciones educativas, los estudiantes y trabajadores, las propias familias, deben abstenerse de dar su posición y discutir sobre la realidad". Según estos, "la forma de expresión de la democracia es la movilización, el debate, la protesta, la cartelería" y si no pueden hacerlo "es un avance del autoritarismo".
Es claro, independientemente de las validas apreciaciones que cada ciudadano o colectivo pueda realizar acerca de los contenidos de la Ley de Urgente Consideración, que lo que se pone en discusión no es el hecho de hacer "cartelería", como aseguran los integrantes de Fenapes victimizándose, si no hacerla en una institución pública, cuestión que constituye una violación flagrante del principio de prohibición del proselitismo y la laicidad.
Vale recordar, que hace exactamente un año atrás la Justicia obligó a la ANEP a prohibir la colocación de carteles proselitistas en el frente de cualquiera de sus edificios. Según publicó la prensa en su momento, para efectuar dicha sentencia, la Justicia se basó en "el respeto por los derechos Constitucionales de las personas y su irrestricta vigencia. Ante la alegación por un particular afectado de la violación de un Derecho Fundamental, su acción va dirigida a tutelar la vigencia plena de la Carta".
En ese sentido, el Juez actuante afirmó que "los carteles que lucen en las publicaciones agregadas al proceso tienen un mensaje de neto corte político. Constituyen sin dudas actividad proselitista" y aseguró que "aunque no se identifican partidos políticos, el Juez no es un evadido de la realidad, siendo evidente, público y notorio quiénes son los actores políticos que están a favor y en contra de la iniciativa".
"Decir que el Estado es laico debe significar no solo que no sostiene religión alguna, sino que tampoco -y este es un concepto que manejó muy bien (José Pedro) Varela- debe favorecer, en su accionar, al proselitismo de ningún partido político, filosofía o ideología determinada en desmedro de otros, al amparo del principio de libertad de conciencia y de expresión del pensamiento", finalizó tajantemente.
En definitiva, una vez más, los dirigentes gremiales pisotean la laicidad en su afán de apoyar y hacer el trabajo sucio del Frente Amplio.