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Empiece por casa, Sr. Civila

Antes de lanzar una cadena de tweets sin sentido, el Secretario General del Partido Socialista debería detenerse a reflexionar: ¿estoy proyectando en los demás la frustración que me producen mis propios actos?

En psicología, se denomina “proyección” a un mecanismo de defensa por el cual los individuos niegan poseer cualquier aspecto, conducta o actitud denominada negativa, al tiempo que asumen que son los demás los que poseen dicha característica. “Cree el ladrón que todos son de su misma condición”, sintetiza el conocido refrán. Lastimosamente, muchos de los integrantes del gobierno saliente sufren de esta patología.

Luego de que el Presidente electo, Luis Lacalle Pou, comunicara la decisión de no invitar a su asunción a las dictaduras de Cuba, Venezuela y Nicaragua, el Secretario General del Partido Socialista, Gonzalo Civila, lo acusó de confundir su asunción con una “fiesta de cumpleaños” al tiempo que auguró “retrocesos en la calidad democrática”.

“Hoy el gobierno electo parece confundir el comienzo de un nuevo período constitucional con la fiesta de cumpleaños del Presidente, seleccionando invitados y excluyendo a países con los que Uruguay mantiene relaciones diplomáticas”, sostuvo Civila en referencia a la exclusión de las dictaduras mencionadas.

El legislador socialista también tuvo tiempo para criticar la ley de urgente consideración. Según él, con este proyecto, “parecen dispuestos a abusar de un instrumento excepcional para imponer súbitamente un programa […] Esperemos que medie la reflexión y que el debate que debamos dar a partir del 1° de marzo no sea sobre retrocesos en la calidad democrática del país”.

La descabellada discusión a la que nos intenta arrastrar Civila no tiene nombre. En una misma cadena de mensajes, defiende primero a las dictaduras más atroces de la región y se muestra luego preocupado por la democracia plena en la que tiene la suerte de ejercer su actividad política. No solo eso, Civila también ostenta una capacidad asombrosa para mentir. Cuando se refiere a la “exclusión” y a las “relaciones diplomáticas”, se le olvida mencionar que una cosa no tiene que ver con la otra. Como bien aclaró el Presidente electo, Uruguay continuará manteniendo relaciones comerciales y diplomáticas con todos los países, cuestión que no se inauguró en los últimos 15 años.

Lo mismo sucede cuando se refiere a la “calidad de la democracia” y el anteproyecto de urgente consideración. Se le olvida aclarar que dicho dispositivo se encuentra establecido en la Constitución de la República, y que al igual que cualquier Ley, puede ser sometida a los mecanismos de democracia directa existentes. Lastimosamente, ninguna de estas garantías existe en los países que Civila se enfrasca en defender.

En definitiva, Civila, como el ladrón, cree que todos son de su misma condición. Y no Sr. Civila, que a usted sus compañeros de partido lo acusen de “patoterismo y compra de votos” primero, y luego de tomar “decisiones excluyentes”, sin “discusión política” para “imponer” la candidatura de la Ing. Cosse en Montevideo, no convierte a sus adversarios en autoritarios.

Que usted haya celebrado la fiesta de 370.000 dólares –relanzamiento de la planta desulfurizadora– en la que el Sr. Sendic, según los propios gerentes de ANCAP, “obraba como si fuera el padre de la novia”, invitando incluso a la en ese entonces Presidente de Argentina, Cristina Fernández, y a destacados integrantes de La Cámpora, no significa que los demás confundan, como su compañero Sendic, la actividad privada con el servicio público.

Correo de los Viernes.
Publicación Oficial de la Secretaría de Prensa del Foro Batllista.