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Murro, su estado del alma y el BPS

Si algo ha caracterizado a Ernesto Murro es un profundo rencor. En su gestión como presidente del BPS, ahíto de rencor contra la reforma del 1995, impulsó una ley que puso a esa institución en rumbo de colisión y, con ella, a todo el país. Ahora, envenenado por la frustración electoral, no hace más que atribuir las más aviesas intenciones a los futuros gobernantes.

Este odio maldito

que llevo en las venas,

me amarga la vida

como una condena.

Esta estrofa del tango "Rencor", con letra de Luis Amadori, le calza perfectamente al Ministro Murro.

En un reciente reportaje que concedió al semanario "Búsqueda", Murro no deja de descargar la misma ponzoña que exhibió durante la campaña electoral. "Van a ir vaciando sustancialmente de contenido las cosas grandes e importantes para la gente, posiblemente sin decirlo. Pero lo harán", "la torta es una sola, y para que los ricos sean más ricos, hay que sacarles a los pobres", son algunas de las lindezas que el Ministro Murro señaló -atribuyendo mala intención y exhibiendo su apego al más rancio dogmatismo ideológico- respecto de los futuros gobernantes.

Pero allí también señala otra cosa que es imposible pasar por alto. Señala que se ha hecho "terrorismo" con las cifras del déficit y que el régimen previsional es sustentable hasta el año 2040.

No es la primera vez que Murro minimiza la importancia del déficit fiscal, contraponiendo el resultado de las cuentas públicas al bienestar de las personas: "Nos importa el déficit fiscal, pero más la vida de la gente". Como si las dificultades que se enfrentan -y enfrenta la gente- no tuviera nada que ver con el resultado de las cuentas públicas.

Pero lo que nos interesa subrayar es su afirmación -ya reiterada- acerca de la sostenibilidad del régimen previsional.

Como dijo ayer a "El Observador" el futuro Ministro Pablo Mieres, "Murro le ha generado al sistema de seguridad social un incremento del déficit brutal y por eso es el único que hoy sostiene que el sistema es sustentable hasta el 2040".

Cargado de rencor contra la reforma de 1995, que salvó al BPS y al país de un apocalipsis fiscal, e introdujo el ahorro individual intangible, el entonces presidente del BPS Murro impulsó modificaciones que -vaya paradoja- no puso en dificultades ni a las AFAPs, ni al fondo de ahorro previsional, aunque sí a los ahorristas (cotizantes) de las mismas, sino al BPS, al que él dice defender a capa y espada.

En 2008 se bajó la exigencia de años de trabajo de 35 a 30 y para las mujeres con hijos, a 25 años de trabajo más un año de trabajo ficto por cada hijo. A contrapelo de la lógica, porque la expectativa de vida sigue creciendo, el Uruguay -a la inversa del mundo- bajó las exigencias. Para completarla, reabrió el espacio de la prueba testimonial de servicios, con lo que se empezaron a jubilarse muchos que no habían aportado. Y, como si esto fuera poco, por un decreto de 2013, la jubilación por enfermedad o invalidez pasó a generar jubilaciones mayores que las ordinarias, razón por la cual estamos ante una avalancha incontenible de jubilaciones por esas causales.

El aún Ministro Astori, como ya señalamos la semana pasada, dice exactamente lo contrario a Murro: tal como está hoy, el régimen previsional "es insostenible". Claro, lo dice como si en 2008 y en 2013 él hubiera estado en otro planeta y no en el Ministerio de Economía y luego en la Vicepresidencia de la República.

Afortunadamente, el próximo gobierno abordará sin dilaciones el tema y tomará el toro por las astas, procurando generar acuerdos que abarquen a todo el espectro partidario del país, como corresponde a un tema de primer orden.

Correo de los Viernes.
Publicación Oficial de la Secretaría de Prensa del Foro Batllista.