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Intolerancia en la Universidad

Por Elena Grauert

En los últimos días se han denunciado situaciones de persecución y acoso en la Universidad de la República, que llevaron a renuncias de docentes de alto nivel académico

Matías Zabolewics, estudiante de Ciencias Sociales, dijo en una mesa redonda de nuevos votantes organizada por El Observador, que "la libertad y la pluralidad de ideas es la gran ausente" en la Facultad de Ciencias Sociales.

Lo dicho es corroborado por la denuncia de la Docente Grado 5 de la Facultad de Ciencias sociales, Adriana Marrero, doctora en Sociología de la Universidad de Salamanca, quien renuncio a causa de la falta de libertad que se padece en ese centro de estudio, lo que afecta claramente la libertad de cátedra.

La libertad de cátedra a nivel terciario, ha sido protegida universalmente, ya que es el motor que permite desarrollar nuevas ideas y realizar descubrimientos. El disenso debería ser de los principios y derechos más tutelados, por quienes participan de una casa de estudios, donde el conocimiento es la materia prima de su razón de existir y desarrollo. El que se opone a ello, forma parte de un pensamiento obtuso, funcional al sistema, que se parece más a la inquisición del Medioevo, donde solo existía una verdad divina, en vez de un pensamiento pujante y libre , donde el cambio y la generación de ideas, es parte de la propia disciplina, se trate de ciencias sociales, físicas o matemáticas.

La docente Adriana Marrero, denuncia que fue perseguida por no ser del MPP, otro docente también fue atacado en sus ideas por pertenecer a un partido tradicional, como relató el Politólogo Sanjurjo en el diario El Observador del 4 de noviembre del corriente : "estudiar e investigar solo con aquellos que piensan igual a uno, es problemático el aprendizaje  para el desarrollo educativo". El mismo fue acosado y un estudiante había abandonado su curso por ser de otra orientación política y otro estudiante con más peso gremial ,  le dijo que se convencía de la idoneidad del cogobierno o no podía seguir trabajando". Cuestionar al cogobierno es casi como cuestionar a "Dios para un creyente", según ese militante de Ciencias Sociales. Lo cual demuestra su dogmatismo y que evidentemente las ciencias y la cultura, el básico pensamiento cartesiano, socrático, no ha pasado por él, lo único que el pobre ha absorbido es adoctrinamiento unidireccional, lo que me demuestra lo mal que hemos invertido nuestro dinero, si justamente en la facultad de las ideas no se pueden discutir ni pensar.

La nota de El Observador es larga y hay más testimonios, pero lo cierto es que la prepotencia dogmatica "de matiz peronista o populista", donde se ahoga el disenso, no puede prevalecer en una casa de estudios que es de todos los uruguayos y en definitiva, si la autonomía universitaria termina sirviendo para fines contrarios para lo cual se originó, evidentemente también debe ponerse en el tapete su vigencia y discutirse la misma. ¿O acaso la sociedad que paga los impuestos y que en su mayoría no van a la Universidad, no tienen derecho a opinar y tener injerencia en la forma, desarrollo y garantías de libertad en que la misma debe desarrollarse?

Quienes hemos tenido la suerte de haber transcurrido por la Universidad, sabemos que militar en  la FEUU y no ser de izquierda era muy complicado, sobretodo en centros de estudio donde la única voz era de ellos, no tanto en Derecho, Economia, Agronomía o Veterinaria, pero otras Facultades quienes pensaban diferente se escondían. De todas formas, la libertad de cátedra se respetaba con algunos matices.

Lo denunciado por docentes y alumnos de lo sucedido  en la Facultas de Ciencias Sociales, si el Consejo Directivo Central  funcionara como un órgano con responsabilidad cívica republicana, debería intervenir, dado que se están violando derechos humanos básicos, como la defensa de la libertad de pensamiento, expresión y trabajo; pero además se están utilizando bienes públicos violando la laicidad. Los ciudadanos tenemos  el derecho de exigir que en esa casa de estudio se respete el pensar diferente, y no termine siendo una cueva utilizada por la izquierda para adoctrinar gente.

Ha quedado claro que luego de las  elecciones más del  cincuenta por ciento del país piensa diferente, la Universidad Pública debe reaccionar y proteger los derechos fundamentales de todos, pero además si quiere acompasarse al mundo,  incidir y crear, jamás lo va a hacer reivindicando sistemas de ideas únicas y totalitarias de pensamiento, contrarias a la génisis de cualquier pensamiento racional y creativo.

Todo lo denunciado debería dar mérito a acciones de responsabilidad contra la UDELAR, sin lugar a dudas, ya que alguien debería poner el "cascabel al gato".
Correo de los Viernes.
Publicación Oficial de la Secretaría de Prensa del Foro Batllista.