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La integración regional al ritmo de las elecciones

Por Alvaro Valverde Urrutia

Prosur ha tenido que rebajar sus expectativas.

El Foro para el Progreso de América del Sur (Prosur), celebró una reunión entre el presidente chileno, Piñera y los cancilleres de los países miembros en el marco de la reciente Asamblea General de la ONU, en la cual firmaron una Declaración consensuada que contiene el reglamento con los lineamientos que regirán su funcionamiento.

El mismo dispone normas sencillas y ágiles para la toma de decisiones, sin tratado, ni estatutos, ni carácter obligatorio, como era el marco jurídico que inicialmente se había presentado. Participaron los cancilleres de Argentina, Colombia, Brasil, Chile, Ecuador, Guyana, Paraguay y Perú.

Prosur estaría saliendo de una etapa de incógnita sobre su accionar, quedando ahora constituido como un foro flexible de trabajo conjunto, no costoso para los países miembros, que hará uso de las nuevas tecnologías de la comunicación y funcionará, básicamente, en línea. El objetivo pretendido es tener menores costos de operación y más eficiencia en la toma de decisiones; así como en la ejecución del Plan de Trabajo 2020.

También, se dispusieron los primeros equipos de trabajo sobre seis ejes temáticos, que se definieron como temas prioritarios de su agenda, en las siguientes áreas: infraestructura, energía, salud, defensa, seguridad y manejo de desastres naturales. En consecuencia, Prosur quedo abocado a estos temas de trabajo de cooperación.

Al mismo tiempo, no es fácil evaluar a Prosur, ya que no dispone de estatutos ni órganos y las normas no son vinculantes, sin carácter obligatorio; por consiguiente, no genera obligaciones jurídicas, entre otras.

Por otro, el reglamento ratifica la cláusula democrática de los países miembros; así como dispone reuniones presidenciales anualmente. La adopción de declaraciones se tomará con mayoría absoluta de los miembros. También, prevé que cualquier país podrá manifestar su voluntad de cesar su participación mediante una comunicación a la presidencia pro témpore.

Este foro que había nacido en el pasado mes de marzo con los objetivos de discutir aspectos de la nueva agenda regional e internacional, como contracara de la ideologizada y club de amigos progresistas que representó la Unasur como polo bolivariano, pero que en esta Declaración redujo dichos objetivos iniciales a un mero reglamento, creación de grupos de trabajo y ejecución de ejes temáticos.

Pero, la contundente derrota del presidente Macri en las elecciones de las PASO fue un fuerte golpe para Prosur, ya que el mandatario argentino junto a Piñera y el presidente colombiano, Duque, ha sido uno de los pilares de este nuevo foro.

Si se confirma el triunfo de Alberto Fernández en las elecciones generales de octubre, tendrá un impacto en Prosur y se amplificara en toda la región, complicando el consenso alcanzado entre la mayoría de los gobierno liberales y de centro derecha en la región.  

Prosur de signo contrario a la Unasur como a otros organismos, caso la Celac debilitada por responder a los intereses de Maduro, padeció desde el inicio del mismo síntoma del organismo que se desarticulo, dirigido hacia gobiernos de ideologías liberales o de centroderecha, persiguiendo un reordenamiento geopolítico regional. 

Si bien, Prosur busca una identidad distinta a la Unasur y propugna por un proyecto más adaptado a sus definiciones ideológicas, apuntando a un reordenamiento geopolítico regional, los recientes lineamientos de funcionamientos adoptados parecieran difíciles de darle al foro un papel destacado en el proceso de integración regional.

La mayoría de los integrantes del Foro participan del Grupo Lima, que pretenden un cambio de gobierno en Venezuela, desconociendo el régimen chavista de Maduro y reconociendo a Guaidó como el presidente encargado de Venezuela. Cabe destacar que Uruguay, Bolivia y México no integran el Grupo de Lima, ni Prosur.

La actualidad, presenta el hecho del estancamiento de la Celac y la desarticulación de la Unasur. Y es irrelevante si jurídicamente la Unasur sigue vigente o no, lo incuestionable es que ciertamente no existe y no tiene posibilidad de reflotarse.

Sin embargo, el candidato del Frente Para Todos, Fernández con firmes posibilidades de ganar la presidencia pretendería reflotar la Unasur o establecer un nuevo vínculo en la región. Fernández no apoya Prosur.

Para ello, ha dicho que tiene una visión común con Evo Morales, también tendría puntos de contacto con Vizcarra, aún pendiente la situación política peruana. Espera un cambio en la mirada del presidente López Obrador (AMLO) de México hacia la región, que en 2020 asumirá la PPT de la Celac.

Pero, el objetivo principal de Fernández es reestablecer un polo progresista en la región similar a la originada a partir de 2008 con la creación de la Unasur, para posicionarse  como la otra cara del Grupo de Lima.

Para ello, propone una vez electo para el mes de noviembre realizar una segunda reunión en Buenos Aires del denominado, Grupo de Puebla. Este Grupo creado en el pasado mes de julio, integrado por 32 dirigentes de centroizquierda de América Latina, entre ellos Fernández, así como el candidato del Frente Amplio, Martínez.

Asimismo, participan, entre otros, Lula y Rousseff; Lugo; Correa; el expresidente español Rodríguez Zapatero.

En suma, Prosur ha quedado reducido a las áreas mencionadas de cooperación estratégicas y no al papel trascendente que quiso tener en su inicio sobre la integración regional. En la más probable certidumbre de victoria de Fernández en Argentina no apoyará Prosur, así como se opone al Grupo de Lima por su postura contra el régimen de Maduro en Venezuela.
Correo de los Viernes.
Publicación Oficial de la Secretaría de Prensa del Foro Batllista.