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Una estrategia largamente preparada

El acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea viene de atrás, al punto que las primeras negociaciones provienen de 1992 y se pusieron en marcha en términos concretos en1995. La guerra comercial entre Estados Unidos y China ha llevado a Europa a acelerar últimamente las negociaciones, pero es interesante recordar que se trata de un proceso de larga duración. La Cancillería entiende que el 97% de la oferta exportable del país tendrá ingreso preferencial en Europa.

El canciller Rodolfo Nin Novoa informó que las quitas arancelarias que integran el tratado le traerán a Uruguay beneficios anuales de US$ 100 millones. Varios expertos han señalado que hay que esperar la “letra chica” del Tratado para tener un panorama completo que permita advertir con toda claridad los beneficios y los riesgos. Ignacio Bartesaghi  sostuvo que “pasamos a la liga mayor”  y Nicolás Lussich habló de un positivo “sacudón comercial”.

Pero no sólo se trata de comercio. La decisión política para el establecimiento de un Acuerdo de Asociación entre ambas regiones, que cubriera un pilar político y de derechos humanos, un pilar económico comercial y un pilar de cooperación, fue urdida a lo largo de más de un quinquenio desde 1992 y formalizada en junio de 1999 en el marco de la primera Cumbre Unión Europea-América Latina celebrada en Río de Janeiro. Fue particularmente en la segunda presidencia del Dr Julio María Sanguinetti, en que se tejió una relación con las autoridades europeas que tenían una visión clara de los valores compartidos por ambas regiones. Por algo nunca se le llamó simplemente un acuerdo de libre comercio, sino un acuerdo de asociación estratégica. En la concepción y determinación política de lanzar esta idea, ayudó mucho, la visión de gobernantes de la talla del presidente del gobierno español Felipe González, así como el respaldo del Rey Juan Carlos.

Este acuerdo de hoy va en consonancia con el propio texto y espíritu del Tratado de Asunción, firmado por el Dr. Lacalle. El texto originario y en todos los instrumentos posteriores, Uruguay siempre -bajo gobiernos blancos o colorados- reafirmó una integración abierta al mundo. Este concepto no siempre fue aceptado en el primer gobierno del Dr Vázquez y mucho menos en el del Presidente Mujica, ni que hablar durante los gobiernos del foro de San Pablo en Argentina y Brasil. Esto, y las presiones de los agricultores europeos, explica, al menos en parte la demora de estos 20 años.
Correo de los Viernes.
Publicación Oficial de la Secretaría de Prensa del Foro Batllista.