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Interpretan, tras las internas, que puede perder el oficialismo en la segunda vuelta

El director de Equipos Consultores, Ignacio Zuasnábar, interpreta que el resultado de las elecciones internas ratifica la idea de que el Frente Amplio puede estar llegando a su ocaso electoral, con un escenario parecido al de 1999, en el que los partidos colorado y blanco se unieron en la segunda vuelta y pudieron ganar la elección.

En un reportaje concedido a Búsqueda el politólogo indicó que “vengo afirmando que esta elección es más modelo 99. Ese modelo es una elección con un Frente Amplio que puede estar en torno al 40%, siendo superado en segunda vuelta por la suma del Partido Nacional y el Partido Colorado”, dice. Según el director de Equipos, “el panorama adverso para la coalición de izquierda se explica por tendencias de largo plazo reflejadas en un movimiento hacia la derecha en términos ideológicos del electorado y por cuestiones más coyunturales como el descontento con la gestión del gobierno y los cambios en su liderazgo”.

El analista explicó que “las campañas electorales tienen que ver con factores de largo, mediano y corto plazo. Los factores de largo plazo están relacionados con los valores y las identidades. Ahí hay cambios significativos: en primer lugar, hubo una erosión de la identificación partidaria del Frente Amplio. En estos últimos cinco años no solo ha perdido gente que antes lo votaba pero que ahora en las encuestas dice que está indecisa o que va a votar otra cosa, sino que perdió a un conjunto de electores que se identificaban con el partido, que decían ser frenteamplistas. Entonces, hay menos frenteamplistas de los que había en 2014. No muchos menos, pero hay menos. El segundo dato es que ha habido en los últimos dos, tres años, un movimiento hacia la derecha en términos ideológicos del electorado. Después de 10, 15 años, que habíamos tenido un electorado levemente volcado a la izquierda, esa balanza ahora se vuelve a equilibrar. Hoy estamos viendo una distribución casi perfecta de campana de Gauss. Luis Eduardo González dijo hace unos años que él creía que la identificación ideológica era subsidiaria de la identificación partidaria. Es decir, que la gente primero había sido frenteamplista y después de izquierda. Esto puede tener sentido: si ahora hay menos gente que se siente frenteamplista, entonces es posible que haya menos gente que se vuelque a la izquierda. Estos dos cambios de valores son sustantivos y hacen a la construcción del fondo de la competencia. No es que el péndulo se haya corrido hacia el otro lado, simplemente se ha equilibrado. El Frente tenía ventajas competitivas muy fuertes desde este elemento de largo plazo y ahora las perdió, pero no es que por esto tenga ventaja ahora la oposición”.

Zuasnábar entiende que los casos de corrupción también influyen. “El Frente también ha perdido, respecto a 2014, en el tema de la ética y la ausencia de corrupción. Hasta 2014, una parte del electorado uruguayo le reconocía al Frente Amplio tener mejores credenciales que el Partido Nacional y el Partido Colorado en ese aspecto. Las cosas que han ocurrido en los últimos años limaron esa ventaja que tenía el Frente Amplio. Tampoco es que el péndulo esté hacia el otro lado, ni que la gente piense que el Frente es el menos transparente, pero esa ventaja se ha licuado. Y también desde el punto de vista de los valores el Frente Amplio fue afectado por sus posiciones frente a Venezuela. La mayor parte del electorado uruguayo, incluyendo una parte muy importante de los votantes frenteamplistas, creen que el gobierno de Venezuela no es un gobierno democrático”.
Correo de los Viernes.
Publicación Oficial de la Secretaría de Prensa del Foro Batllista.