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La gente se acostumbra a lo feo

Por Fátima Barrutta

Una declaración del exintendente y precandidato frenteamplista Daniel Martínez es muy reveladora de la actitud de estos gobiernos. Le preguntaron sobre los bancos con falta de gusto y diseño que la Intendencia colocó en la Plaza Zabala, y contestó que “la gente se acostumbra” a lo feo...

En uno de los espacios más lindos de nuestra ciudad, la Intendencia colocó unos adefesios. Son unas estructuras cuadradas que nada tienen que ver estéticamente con la belleza señorial de la plaza y que, para colmo de males, se convertirán en un rápido estímulo para el uso de las personas que viven en situación de calle.

Esa es la “solución” que les da el gobierno del Frente Amplio: en lugar de asegurar que todos puedan vivir bajo un techo digno, les otorga “comodidades precarias” en espacios públicos para que, como dijo una vez Fabiana Goyeneche, “ejerzan su derecho” a vivir en la indigencia.

Fue tal el repudio de los vecinos que ahora la Intendencia, manejada con la sobredosis de corrección política que le asigna Di Candia, dice que va a analizar en las próximas semanas el uso que se dará a ese mobiliario, como si no tuviera cosas más urgentes e importantes que hacer.

Pero vamos a lo que dijo Martínez cuando le preguntaron sobre esta nueva y desafortunada iniciativa de la IM: "Mayoritariamente parecería ser que no gustan, pero bueno, siempre pasó. Después la gente se acostumbra".

La verdad es que no podía haber definido de manera más precisa el vínculo entre la sociedad y este gobierno que padecemos los uruguayos desde hace más de una década.

No nos gustó haber tenido un vicepresidente mentiroso y despilfarrador, pero muchos se terminaron acostumbrando.

No nos gustaron los escándalos de Pluna, Ancap, y las pérdidas millonarias en los Casinos del Estado, pero ahora ni hablamos del tema.

No nos gusta que en este país seis de cada diez liceales deserten de la enseñanza pública, pero bueno, así son las cosas.

Tenemos una capacidad de resignación ante las injusticias demasiado desarrollada, al punto que aceptamos mansamente lo inaceptable: que despilfarren los dineros públicos, que no se hagan responsables de los efectos desastrosos de su mala gestión, que apañen a los corruptos e incluso los despidan con una “ovación” cuando renuncian al parlamento, arrinconados por la justicia, como pasó la semana pasada con el diputado Placeres.

Mi propuesta y la de todo el Batllismo, que orgullosamente represento, consiste en lo contrario: en no acostumbrarnos. En rebelarnos siempre contra la arbitrariedad, como lo hicieron nuestros antepasados gloriosos.

El país merece un gobierno mejor y tenemos que trabajar día a día y hora tras hora para lograrlo.
Correo de los Viernes.
Publicación Oficial de la Secretaría de Prensa del Foro Batllista.