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¿El túnel del tiempo?

Por Consuelo Pérez

La Intendencia de Montevideo se caracteriza por el incumplimiento de sus cronogramas y previsiones en materia de obras.

La Intendencia de Montevideo (I.M.) comenzó las obras para la construcción de un pasaje en desnivel, o túnel, de ochenta y cinco metros de longitud por debajo del cruce de las avenidas Centenario y Ricaldoni.

En estos primeros cuatro meses, según lo previsto, se realizará el ensanche de la calle Manuel Albo, lo que implica la extracción de árboles y su reubicación en el Parque Batlle, dado que la obra irá acompañada de otras complementarias dentro del área estudiada, la cual está delimitada por Bulevar Artigas, 8 de Octubre, Luis Alberto de Herrera y Ricaldoni.

El túnel propiamente dicho tendrá dos sendas por sentido, e irá desde la calle Luis Sambucetti hasta Brito Foresti, pocos metros antes de la entrada del Hospital de Clínicas, y otras dos sendas en ambos sentidos irán por fuera y permitirán la conexión tanto con avenida Ricaldoni como con Manuel Albo, Garibaldi, 8 de Octubre y con Centenario.

La obra fue adjudicada a la empresa Stiler y se realizará en 16 meses en tres etapas, según se ha comunicado.

El inicio de las obras mencionadas ha generado ya un importante caos circulatorio en la zona, pues los desvíos necesarios implementados a tales efectos, lo han provocado.

Ciertamente el sufrido conductor montevideano ya está habituado a ello, pues recordemos que reparaciones en la propia Avenida Italia, en el cruce con Bulevar Artigas insumieron largos e interminables meses de trastornos.

Lo mismo sucede en estos momentos en Avenida Italia hacia el este, donde el caos generado por parches, barreras y cintas eternas hicieron –y hacen– la delicia de los conductores osados, en su afán por sortearlas y sobrepasar a otros. En muchos casos nos referimos a reparaciones menores en su magnitud, que en otras ciudades se hacen en la noche, y el usuario muchas veces ni se entera de ello.

En la propia zona del Parque Batlle y aledaños, quien suscribe observa –dado que es mi recorrido habitual– algunos pozos pequeños o tapas en desnivel con una, dos, o hasta tres balizas, que están allí desde hace varios años. Con el costo de las balizas, seguramente se podría haber ya pavimentado ya toda la cuadra, pero el pozo, y la baliza, permanecen quien sabe hasta cuándo, desafiando al usuario, malgastando su dinero, y demostrando la falta de dignidad del administrador.

Una recorrida por Montevideo nos permitirá constatar estas situaciones en forma repetida y obscena.

Entonces, y sin ánimo de ser pesimistas o fatalistas ¿por qué debemos creer de que el cronograma para la construcción de esta obra se cumplirá y el caos durará solamente dieciséis meses?

La gestión vial de la I.M. ha sido siempre caótica, y también lo ha sido el desempeño de las empresas que contrata, ridiculizadas en múltiples oportunidades en las redes, por filmaciones de su inoperancia realizadas por los esquilmados montevideanos, que ven desangrarse sus bolsillos, ante la incompetencia e irresponsabilidad.

Diremos, a modo de información complementaria, que la inversión total de este emprendimiento ronda los U$S 19.000.000 (diecinueve millones de dólares).

Lo que recauda la I.M. en unos nueve días...
Correo de los Viernes.
Publicación Oficial de la Secretaría de Prensa del Foro Batllista.