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Es Ahora

Por Consuelo Pérez

Ante la inminencia de las distintas instancias que este año electoral trae aparejadas, mientras el oficialismo se aferra a un modelo fracasado, en la oposición se vislumbra cada vez con más claridad la figura de quién es el candidato indicado para que el cambio sea posible.

Tratando de defender un concepto de sociedad fracasado en el mundo, en la región y particularmente en nuestro país, el Frente Amplio está abocado a revertir el rumbo en el que sus gobernantes lo han embretado, con gestiones desastrosas en las distintas áreas, contradicciones, mentiras, y un déficit fiscal record en la historia.

Para colmo de males, el propio presidente se ha involucrado en forma oscura e infeliz en una instancia compleja y dolorosa para nuestra sociedad, generando un caos institucional sin precedentes en los tiempos modernos, promoviendo destituciones masivas de generales, comandante y ministro, y perdonando inexplicablemente otras situaciones.

Los Derechos Humanos, emblema del gobierno, se ven relegados al menos en el tratamiento de sus documentos, con un llamativo silencio del verborrágico líder tupamaro ex presidente, que dice más que mil de sus palabras, y que agrega una cuota de incertidumbre e intriga al asunto.

Queda claro para nosotros que el país debe cambiar de rumbo, de modelo, y a eso estamos dedicados, y entendemos que son normales los estertores del fracaso, pues son esperables en toda muerte inevitable. El sistema ha caído por su propio peso, y el cambio es esencial para una sociedad democrática, que se tilde de moderna y con necesidad de recomponerse.

No es tarea fácil articular y definir con claridad ese bloque que se opone a vivir como ahora, y las idas y venidas, trasiegos y cambios de opinión de algunos involucrados así lo demuestran, como asimismo algunos discursos apresurados que no son de nuestro estilo, pero que en definitiva apuntan en la misma dirección de renovación, porque el asunto es entre dos modelos de país diametralmente opuestos. Democracia plena, o democracia “a lo Venezuela”.

Por supuesto que nos alegra la prometida creación de cientos de miles de puestos de trabajo, pero primero deberemos trabajar con un sector de la población que se acostumbró a no trabajar, y percibir dinero durante largos años. El involucramiento proactivo para con la sociedad del que necesita apoyo es indispensable. Además, la existencia más de cien mil jóvenes que no estudian ni trabajan, es un hecho lastimoso para un país de tres millones de habitantes.

Creemos que es el momento del cambio, y confiamos en que nuestra sociedad así lo entiende. Lo dicen las mediciones de intención, en las que en la “torta”, la porción roja –Colorada– crece constantemente.

El batllismo ha demostrado en instancias claves de nuestra historia reciente, que es la herramienta capaz de introducir, “desde el pie”, desde los estratos más necesitados, los cambios que nuestra sociedad necesita para no seguir desintegrándose como tal, y crecer con dignidad. Nuestro constante involucramiento en los barrios, el contacto directo y cotidiano, nos dan la fuerza y convicción para confiar en el futuro.

Tenemos la enorme fortuna de contar con un candidato que ya ha transitado por instancias cruciales, que ha sido la transición en momentos difíciles, que en su segundo mandato propició con su gestión un nuevo gobierno Colorado, y que se ha puesto –otra vez– el País al hombro, siendo el único articulador capaz de llevar a cabo la impostergable tarea. Porque es ahora.

Depende de nosotros, pero somos afortunados.
Correo de los Viernes.
Publicación Oficial de la Secretaría de Prensa del Foro Batllista.