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Los estoicos productores arroceros enfrentan nuevas adversidades

Por Tomás Laguna

Hubo una noticia aislada en medio del uso mediático de los escándalos generados por el superior gobierno en su torpe comando de las Fuerzas Armadas. Nuestro país perdió la última licitación convocada por el gobierno de Irak, mercado relevante en nuestras exportaciones de arroz.

Uruguay cotizó US$ 40 por encima de Brasil, perdiendo la oportunidad de colocar 60 mil toneladas en la última licitación convocada por Irak. Como noticia aislada no deja de ser una vicisitud adversa en los vaivenes del comercio internacional, presuponiendo que futuras licitaciones nos permitirán revertir este contratiempo. Pero no es así, la noticia es grave y pauta un futuro complicado para un rubro que exporta el 95% de lo que produce, que pierde una licitación en el principal mercado de colocación (cifras de 2018, luego seguido por Perú y más lejos Brasil y México). Pero que además dejó de ser el principal proveedor de Brasil, un mercado dentro del bloque regional importante por los menores costos de acceso, desplazado por Paraguay y Argentina.

Volviendo a la licitación perdida, no solo Brasil cotizó menos que nuestro país, también fueron menores las ofertas presentadas por Paraguay y Argentina. Un análisis simplista indicaría que la solución es quebrar el brazo y cotizar en baja. Esto terminaría por inviabilizar el cultivo en nuestro país, tal cual lo consignó Alfredo Lago, presidente de la Asociación de Cultivadores de Arroz, expresando que se estaría exportando a precios inviables para el rubro en nuestro país, aun cuando nuestra producción se defiende a partir de la mejor calidad que ofrece.

Los costos crecientes, las también crecientes dificultades para ser competitivos en la exportación de nuestra producción han deteriorado año tras año la rentabilidad del rubro y consecuentemente el área sembrada. En el 2016/2017 el rubro ocupó 164 mil hectáreas, en la zafra pasada se redujo a 160.000, para reducirse a 145.000 has en la zafra en curso (Datos de OPYPA). El endeudamiento del rubro se mantiene estable respecto de los años anteriores, lo que si preocupa es el incremento en la morosidad que ya llega al 5% de la deuda contraída (datos de OPYPA). Según consignan informes técnicos de la propia ACA, los costos de producción ascienden a los U$S 1.960/Ha, dónde los altos rendimientos logrados por un cultivo de máximo desarrollo tecnológico se acercan cada año más al umbral de indiferencia.

Así como lo expresamos en la edición pasada para la industria frigorífica indicando que está bajo advertencia naranja, en el caso del complejo agro exportador arrocero las advertencias titilan en rojo intenso.

¿Será que somos capaces de sepultar años de desarrollo tecnológico en productividad y calidad? El arroz fue la explicación para el desarrollo económico y social de una importante región del país con productividades inexistentes en el tradicional rubro ganadero. Pero no solo produciendo arroz sino que además mejorando la producción forrajera de una vasta zona que de otra manera habría tenido productividad tendiente a cero.

Más aún, los productores arroceros fueron quienes iniciaron los primeros acuerdos de cooperación con la investigación mucho antes de la proyección institucional que esta tuvo con la creación del INIA. Fueron estos los primeros en complementarse con la industria a partir de acuerdos de integración que han sido utilizados como ejemplo para el resto de la producción agropecuaria.

El problema que enfrenta este rubro solo tiene respuesta a partir de la mayor competitividad interna, sea por costos, tipo de cambio, infraestructura y logística. Pero también por una agresiva inserción internacional que cambie todos los paradigmas timoratos y prejuiciosos con los que se han manejado los tres últimos gobiernos.

Para finalizar, permítanos el lector repetir una frase del último párrafo de nuestro anterior artículo de opinión: “Pretender ser competitivos a partir de los precios en los mercados internacionales es un facilismo suicida.”
Correo de los Viernes.
Publicación Oficial de la Secretaría de Prensa del Foro Batllista.