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Sin noticias de la mediación y el diálogo propuesto por Uruguay

Hace más de un mes se llevó adelante en Montevideo una ronda de contactos internacionales para promover una salida “democrática” en Venezuela. La instancia significó una tardía reacción de la diplomacia uruguaya, acusada por la oposición por su falta de condena al régimen de Maduro. Los hechos van demostrando que las gestiones han sido totalmente inoperantes.

La Cancillería uruguaya quedó prácticamente sola, a fines de 2018, en su posición de no condenar los atropellos de Maduro, ya que la mayoría de los países latinoamericanos se aliniaron en el reconocimiento al presidente encargado, Juan Guaidó.

De esa soledad surgió, como un “manotón de ahogado”, la idea de promover una ronda de contactos, la que se llevó a cabo en Montevideo a principios de febrero.

Por un lado, Uruguay, el 6 de febrero, México y 15 países de la Comunidad del Caribe crearon el “Mecanismo de Montevideo”, una iniciativa blanda, que no mencionaba ni la realización de elecciones, ni ponía ningún requisito para el diálogo entre el régimen de Maduro y la oposición. La idea era presentar esa iniciativa en la reunión que se llevaría a cabo 24 horas después con los países de la Unión Europea y otros latinoamericanos.

Al día siguiente se constituyó el Grupo de Contacto Internacional (GCI), que emitió una declaración reclamando la realización de elecciones libres y señalando su preocupación ante la crisis humanitaria que atraviesa el país caribeño. Uruguay fue el único país del “Mecanismo de Montevideo” que se integró al GCI.

Sobre la realización de elecciones, Uruguay fue cambiando su posición, porque al principio —como parte del “Mecanismo de Montevideo” — no las reclamaba, pero aceptó hacerlo ante la presión europea y ante la posición del presidente argentino Mauricio Macri, quien días después y en reunión con el Presidente Vázquez, impuso su punto de vista.

El GCI había previsto enviar una “misión técnica” a Venezuela y hacer una nueva reunión en la primera semana de marzo. No hubo hasta ahora, un mes y una semana después, ningún contacto en Venezuela, ninguna entrevista, ningún diálogo. Es como si el Grupo pomposamente denominado, directamente no existiera.

Mucho menos funcionó el no menos pomposo “Mecanismo de Montevideo”, generando molestia en el gobierno mexicano, que responsabilizó directamente al gobierno uruguayo por ello.

Mientras tanto, la crisis humanitaria ha recrudecido y la situación institucional ha empeorado aún más. El servicio de inteligencia venezolano sigue apresando periodistas; actúan a mansalva los grupos parapoliciales en las calles, hiriendo o matando a personas supuestamente opositoras y el apagón de varios días provocó decenas de muertes en los hospitales, como se comenta en una nota de esta misma edición.

Las cosas van de mal en peor en Venezuela, pero la Cancillería uruguaya no se da por enterada.
Correo de los Viernes.
Publicación Oficial de la Secretaría de Prensa del Foro Batllista.