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El “Febrero amargo” en la Salud

Por José Arias

Por una resolución del Poder Ejecutivo, se suspendió la apertura del “corralito mutual” para el mes de febrero. El hecho de tener un “corralito”, ya configura por sí mismo, el cercenamiento de un derecho fundamental.

El mes de febrero de 2019, transcurrió lánguida y pálidamente para las instituciones mutuales. Todos pudimos apreciar en los medios

de comunicación, campañas publicitarias de distintos prestadores de servicios, sobre las bondades de estar afiliado a una u otra mutualista. Estas pautas se contratan con mucha antelación y requieren trabajo de agencias de publicidad, canales de televisión, radios, prensa.
¿Qué pasó con todo esto? ¡Nada!

Toda la inversión, tiempo y esfuerzo, naufragó, merced al viento de la pluma del poder.

La libertad de elección del prestador de servicio, no se puede ni se debe coartar. Se fija solo un mes al año (y siempre el mismo) para poder tener la posibilidad de cambiarse. La fiebre de la regulación está llegando a niveles insólitos. Es inconcebible para un verdadero sistema de salud. El usuario debe estar en el primer lugar, su libertad de elección es esencial. La razón esgrimida para la consagración de la suspensión de la apertura fue, por reiteradas transacciones de afiliados de una institución a otra mediante estímulos. Una vez más, se maniobró grotescamente la situación.

Cuando se descubrió lo que sucedía, no fue por iniciativa de las autoridades. Las denuncias fueron hechas por la prensa y luego cobraron nivel parlamentario, tras lo cual, voceros del gobierno negaron la entidad de la trama delictiva. Cuando no se pudo ocultar más, se aceptó y su vez se intentó minimizar todo lo posible, diciendo que no eran miles de casos, sino unos pocos y totalmente identificados. En aquel momento el Dr. Vázquez dijo: “la montaña parió un ratón”. Pero ese ratón es el que siguen invocando las autoridades para justificar el corralito.

Esa misma situación, después de unos años, se repitió según las autoridades de gobierno y por lo tanto, se necesitaba controlar. Para ello, dijeron que es necesaria una tecnología mejor que la disponible actualmente.

Ahora, a esperar el mes de febrero de 2020. ¿Qué puede suceder? Difícil de predecir. Si ya tenemos un gobierno sin rumbo, que anda a los tumbos, tratando de tapar y maquillar su gestión, a días de retirarse, puede pasar cualquier cosa. Una “herencia maldita” más, para el próximo gobierno.

Este tipo de reformas en la salud, en otras partes del mundo han apuntado mucho a la prevención. En Uruguay, consistió básicamente en una reforma de financiamiento de la asistencia, omitiendo los dos polos básicos de todo sistema sanitario, la prevención y la rehabilitación. A excepción de las políticas antitabaco, hay una ausencia absoluta de financiación concreta de fuertes programas de prevención y de programas de comunicación en salud.

La fundamentación ideológica de estos sistemas está cargada de falsedades, preconceptos erróneos y falsas oposiciones. Un ejemplo es el consabido “si el prestador tiene fin de lucro, es malo”, como si por ello no pudiera ejercer una buena asistencia. Y otro es, “si no es un prestador integral, es malo”.

La especialización en materia médica y la búsqueda de intercambios y de agrupamientos entre sectores cada vez más especializados es la regla de la medicina actual. Una institución puede ser buena en laboratorio, otra buena en cirugía cardíaca y otra en oncología infantil, y no es obligatorio que reúna todas las prestaciones para brindar un nivel de excelencia. Más aún, obligarla a ello puede ser la mejor forma de promover una asistencia mediocre en todas las áreas, que parece ser el escenario al que vamos. El lucro tampoco es per-se negativo, si se brinda una asistencia de calidad.

Finalmente, hay que decir que una reforma cuya bandera era la equidad se ha convertido en un gran factor de inequidad. Han quintuplicado su matrícula los seguros privados para sectores de muy alto poder adquisitivo, mientras muchas familias de contexto vulnerable tienen cobertura, pero la ejercen en instituciones que no les ofrecen los programas específicos que antes recibían. Hay diferencias de asistencia entre Montevideo e interior, donde la mortalidad infantil es mucho más alta, existiendo dificultades claras de asistencia de transporte adecuado, provisión de imagenología, entre otros, son otra muestra de la inequidad que mencionábamos.

Los resultados

El Frente Amplio proclama “buenas intenciones” en todas sus reformas. Sin embargo, reniega el debate sobre los resultados de sus medidas, como si las intenciones buenas justificaran los resultados malos. Luego de 10 años de aplicación del sistema de salud frentista en el ranking global de sistema de salud ocupamos el lugar 65 descendiendo 10 lugares de la ubicación en la década pasada. Un modelo admirado en el mundo como el mutualismo uruguayo, que, aun con imperfecciones supo brindar por una cuota de 50 dólares asistencia integral al 50 % de la población, está siendo desmantelado. Mientras varias instituciones públicas y privadas uruguayas llegaron a ser primeras en América, hoy solo una institución (privada) se encuentra entre los 100 hospitales calificados del continente. El último reporte oficial del Mides muestra palmariamente la declinación de varios de nuestros principales índices sanitarios en forma objetivable. El Uruguay de Soca, Ricaldoni, Morquio, el de Fiandra que creó el primer marcapaso funcionante en el mundo, el país que creó la primera unidad coronaria móvil, el que revolucionó la oncología al inventar la mamografía con Leborgne, no necesitó de ninguna receta socialista sino de libertad para crear, crecer, investigar y emprender. Ese Uruguay optimista que conquistaba el porvenir se nos va apagando y es el que debemos recuperar, también en medicina. El programa 2000 del Foro Batllista expresaba con claridad nuestra orientación ideológica en materia de sistemas sanitarios: “El Estado debe redefinir las funciones que le competen dentro de la prestación de servicios de salud: cuales competen al sector privado y encauzar la participación de la sociedad civil. A tales efectos, debe abandonar viejas conductas centralistas, paternalistas y de clientelismo; debe abrir los caminos de la participación con el objetivo final de transferir la administración de parte de su infraestructura a la comunidad organizada sin perder el rol regulador, orientador y de fijador de prioridades”.

Amenazas a corto y mediano plazo.

El pasaje a un sistema estatal, está en el horizonte ideológico y como meta a mediano plazo de concreción de parte de la mayoría de los sectores frentistas. El propio programa de gobierno del primer gobierno del Frente Amplio, establece claramente que el sistema de salud a procurar es el “Beveridge” inglés. En el mismo, todos los prestadores privados pasaron a una regulación estatal completa, pasando de hecho a la órbita del Estado. Una vez en el gobierno, el Frente Amplio optó por un escenario “gradual”, que en los propios documentos frentistas se define simplemente como una “transición” hacia un sistema de salud totalmente estatal. El propio ex - Subsecretario de salud, Dr. Briozzo, se lo expresó a los prestadores de salud privados en una famosa reunión donde posteriormente los mismos denunciaron públicamente la advertencia del viceministro en el sentido de que los prestadores privados dejarán de existir. La llamada “segunda generación de reformas de la salud”, empujan aún más las regulaciones cercenando el margen de acción de las instituciones privadas imponiéndoles nuevas obligaciones. Se intentará además poner límites a los sectores médicos más prósperos (que encarecen los costos totales). La acreditación de centros especializados en las diferentes patologías estará supeditado a un órgano político creado a tal efecto, con lo cual, valiosas iniciativas privadas penderán de un hilo, haciendo jugar la capacidad de lobby en la búsqueda del favor discrecional del jerarca de turno. Todo, reiteramos, en el marco de una oferta sanitaria muy restrictiva y acotada. La propia fundación Teletón ha sido criticada en tono amenazante por un connotado legislador del gobierno. Esa es la mentalidad dominante del núcleo duro ideológico frentista: ninguna organización espontánea de la sociedad para enfrentar un problema puede prosperar; todo debe ser regulado, controlado, administrado y dirigido por una “elite” que busca el bien general por métodos que solo ellos conocen. El pasaje a un sistema estatal, corolario de estas ideas, está confirmado y explicado en un reciente documento gubernamental llamado “Economía, política, y economía política para el acceso universal en salud”. En él se plantea la no devolución del Fonasa para los aportantes más altos. Idea ya planteada en el programa frentista, que tanta crispación y sorpresa generó en la población pero que más tarde o más temprano el gobierno se verá obligado a implantar para mitigar el déficit. Las emergencias médicas móviles, serán el próximo objetivo del sistema, ya que no tienen un lugar en el esquema actual, y se las forzará a incorporarse a las mutualistas quitándoles absolutamente dinamismo. Siendo el sector menos regulado históricamente, han sido uno de los sectores más dinámicos, llegando incluso a los sectores más vulnerables a costos cada vez más accesibles.

Por supuesto, hay más para decir en un tema tan amplio e importante para los uruguayos.
Correo de los Viernes.
Publicación Oficial de la Secretaría de Prensa del Foro Batllista.