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Pluna, una historia de nunca acabar

Por Jorge Ciasullo

La justicia dictaminó, en 1ª Instancia, que el Banco de la República (BROU) deberá pagar al empresario López Mena- propietario de Buquebus- "las sumas dinerarias abonadas más intereses desde la demanda, unos US$ 14 millones, y hasta la fecha de efectivo pago" así como una suma de US$ 15.000 "en concepto de daño moral más intereses", según indica la sentencia (El País 19.02.2019).

La noticia con la que encabezamos este comentario es una perla más en el rosario de desprolijidades-algunas de ellas consideradas ilegales por la justicia- que han rodeado todo lo referente al cierre de Pluna, el fallido remate de sus aviones, y la creación de la compañía Air- Uruguay.

No es nuestra intención analizar la decisión judicial, que corresponderá a profesionales en la materia, por otra parte, el BROU anunció que apelará la mencionada sentencia. Pero es interesante hacer un repaso de lo sucedido.

1ª Desprolijidad, el remate de los aviones de Pluna. Propuesto en principio para el 12 de setiembre de 2012 y luego trasladado para el 1º de octubre del mismo año “por razones de oportunidad y para cumplir el plazo que indica la ley especial que aprobó el Parlamento para realizar esta subasta”. (Vicepresidente Danilo Astori- Radio Carve 12.09.2012).

2ª Desprolijidad, el aval. Se estableció un aval de mantenimiento de oferta de casi 14 millones de dólares. El mismo día de la subasta, pocas horas antes de su realización, se presentó el señor Hernán Calvo Sánchez acompañado del señor Juan Carlos López Mena, presentando un aval de una empresa aseguradora (Boston Seguros) en nombre de la empresa Cosmo (en los primeros documentos figura como Cosmos, seguramente consecuencia del apuro en su redacción) cuya aceptación fue desaconsejada por el Gerente Ejecutivo de la División Empresas del BROU.

3ª Desprolijidad, el domicilio. La póliza de seguro de caución fijó domicilio para cuestiones judiciales, en Cerrito 351, la misma de la sede central del BROU.

4ª Desprolijidad, la aceptación del aval. A pesar de lo aconsejado por los técnicos del BROU, el presidente de la institución – Fernando Calloia- insistió en su aceptación, agregando, según declaraciones de funcionarios en el juzgado- que condenó a Calloia por abuso de funciones- que contaba con la aprobación de la mayoría del directorio, requerida para estas situaciones y que además había recibido una llamada telefónica del Ministro de Economía Fernando Lorenzo, solicitando que se aceptara el mencionado aval. Calificado posteriormente como perfecto por el señor Calloia.

5ª Desprolijidad. Cosmo desiste de la compra. El 12 de diciembre de 2012 la empresa Cosmo, comunica vía correo electrónico, que no comprará los 7 aviones de Pluna. Inmediatamente, el fideicomiso creado para el caso Pluna intimó al BROU por el pago del aval, éste, a su vez, lo hizo sobre la compañía Boston Seguros, la que se niega a efectuarlo. En el medio de la disputa, el empresario López Mena, se compromete a pagar el aval, sin que nadie entendiera cual había sido o era su responsabilidad. En todo caso fue él quien captó el interés de la empresa española y quien mantuvo reuniones con las autoridades uruguayas, algo que nunca ocultó, Aparentemente, habría buscado un modo indirecto de hacerse de los aviones y de no tener que mantener la estructura de personal de Pluna (439 funcionarios) que derivó en una causa penal, sin consecuencias.

6ª Desprolijidad, condicionamiento del pago. López Mena, condicionó el pago del aval a lo que sucediera con un pedido de inconstitucionalidad presentado por los acreedores de Pluna contra la ley que creó el fideicomiso y la subasta de los aviones. Lo que así ocurrió, declarando la Suprema Corte de Justicia, inconstitucional la ley que creo el fideicomiso en noviembre de 2012, que implicó la nulidad de todos los actos realizados, incluido obviamente el aval, situación en la que se basa la sentencia motivo de este comentario.

Podríamos seguir enumerando otras situaciones, como que la intervención del entonces Presidente Mujica fueron: “sólo para intentar solucionar el problema de conectividad y de los empleados de Pluna”. Sus reuniones con López Mena sobre el tema y los pedidos que le habría realizado. También, la dirección en España de la Empresa Cosmo, que nunca pudieron comprobar ni los funcionarios del BROU que viajaron especialmente y varios periodistas. O la intervención de López Mena ¿en calidad de? para que el BROU concediera el aval, etc.

Para finalizar con este comentario, está pendiente lo anunciado en su momento por la empresa Cosmo, en el sentido de que haría un juicio al Estado uruguayo por considerar que se ha afectado su “imagen y credibilidad”.

La frutilla de la torta: Alas Uruguay. Pero eso es otra historia, derivada o consecuencia de esta aventura principal, ambas con millones de dólares de pérdidas. Contrariamente a lo declarado por el entonces vicepresidente Danilo Astori, cuando Pluna fue vendida al empresario Campiani: lo que empieza mal, termina mal.
Correo de los Viernes.
Publicación Oficial de la Secretaría de Prensa del Foro Batllista.