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Un Solo Uruguay y la producción lechera en la agenda política

Por Tomás Laguna

Tamberos e indignados rurales marcaron la agenda agropecuaria mientras la mayor parte del país aún estaba de vacaciones.

El año arrancó picado en materia agropecuaria. Al menos ha llovido en forma abundante y se siente que el pasto hace fuerza creciendo de abajo cuando uno sale al campo en alpargatas, al decir de un viejo paisano amigo. Algo es algo...

La movilización de Un Solo Uruguay cumplió respondiendo al no menor desafío de volver a convocar un importante número de personas en un tórrido día de enero, en un predio rural cito en medio del país. El grueso de los asistentes debió recorrer largas distancias para asistir, no mediando para tal fin ni camiones ni ómnibus de los que se suelen utilizar en las arengas y movilizaciones del sindicalismo clasista de nuestro país. Por lo tanto si fue la misma multitud del año pasado o algo menos no cambia el hecho de que el movimiento mantiene vigencia. Los indignados del Uruguay profundo se hacen escuchar, y no son solo productores rurales en 4x4. Otro cantar fue la proclama, ya no en tono de reivindicaciones puntuales, antes bien se trató de una muy extensa disertación que más parecía un programa de gobierno. La entonación no fue precisamente en un tono amable, los más exaltados dirigentes del sindicalismo vernáculo no podrían haber sido más agresivos. Si merece algún cuestionamiento al acto, este surge de un discurso que ingresó en tópicos que le restaron contundencia y credibilidad al tema de fondo, además de la forma en que se dijo, prácticamente vociferando cada párrafo. No solo es importante lo que se dice sino como se dice, y esto no ayuda a que las reivindicaciones de estos esforzados activistas de Un Solo Uruguay sean comprendidos por el resto de la ciudadanía.

Mientas este acto se organizaba, los lecheros cumplían respondiendo a sucesivas convocatorias desde el Poder Ejecutivo con el fin de encontrar una solución a la castigada familia tambera. La multitudinaria movilización tambera en Paraje Capurro, San José, el pasado 13 de diciembre, oportunidad en que se llegó a proponer no abastecer a la población con leche fluida, condicionó al gobierno a través de una proclama de 6 puntos que de no ser atendida antes del 13 de enero generaría nuevas acciones de protesta en todo el país. No fue en vano, el gobierno reaccionó en consecuencia a través de la propia persona del presidente Vázquez promoviendo sucesivas reuniones con la dirigencia tambera.

De las 6 reivindicaciones, la devolución de impuestos a las exportaciones lácteas fue desestimada de entrada, de la deuda de Venezuela con la lechería nacional les prometieron el 20%, la solicitud de descuento del IVA para los productores que tributan IMEBA quedó acotada al gasoil, además de una reducción en la tarifa de energía eléctrica de hasta un 20%, en cuando al fondo de garantía el mismo estaría anunciado en su instrumentación pero no en su monto (habrá que ver si la montaña no pare un ratón siendo que la deuda del rubro supera los 400 millones de dólares). El reclamo de aumento de la leche al consumidor estaría concedido para la leche tarifada, lo que dado el monto y el hecho de que no todas las plantas abastecen con leche fluida a la población determina que la medida sea de menor alcance.

El último punto de los seis demandaba aquellas medidas que permitan a los sectores productivos ser competitivos evitando el sobrecosto en tarifas públicas y carga impositiva, agregando el reclamo por una inserción internacional que permita acceder a los principales mercados dónde exportamos a través de acuerdos comerciales que minimicen los costos arancelarios. Hasta dónde sabemos este punto nunca estuvo en la consideración de las autoridades de gobierno.

Lo insólito de todas estas reuniones entre el Poder Ejecutivo y la dirigencia tambera fue que en las mismas participaron el propio presidente de la República, el sub secretario de Economía, brillando por su ausencia el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca.

Bien se dice que no hay limosna chica cuando la crisis es grande, además del hecho en sí de estar en la agenda directa del Presidente de la República, lo que apacigua los ánimos ante esa creciente sensación de incomprensión o frivolidad por parte del Poder Ejecutivo. Será por esto último que no incluyeron al Ministro Benech en las conversaciones entre los hombres del gobierno y los de la producción lechera...

Como sea, los temas de fondo siguen sin resolverse y estos están resumidos en el numeral 6 del reclamo que surgió de la asamblea de Paraje Capurro. La cuestión es cómo recuperar la competitividad perdida, no solo en la leche sino en todos los rubros de la producción nacional. Todo lo demás, todo lo que ofrece el gobierno a la producción lechera no son más que limosnas cuando no placebos.
Correo de los Viernes.
Publicación Oficial de la Secretaría de Prensa del Foro Batllista.