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Tiempo de balances

Por Luis Hierro López

Al celebrar su 48º aniversario, el Frente Amplio hizo una abundante campaña publicitaria sobre los logros de su gestión. Para completar la crónica, podemos mencionar algunos de los enormes retrocesos que el país sufre tras casi quince años de gobiernos “progresistas”.

Varios jovencitos fueron usados –malamente– por el Frente Amplio para aparecer como voceros de una adelantada campaña electoral. El recurso publicitario me pareció indigno: abusar de las figuras y las palabras de muchachos que no pueden votar y que no es claro que tengan plena conciencia social y política. Los obligaron a repetir unos guiones preparados, que pusieron énfasis en los supuestos logros de los gobiernos frenteamplistas: matrimonio igualitario, liberalización de la marihuana, reconocimiento de las personas “trans”, y otros asuntos de esa índole. Ese relato es muy parcial y, según creo, de dudoso éxito, porque no refiere a las angustias cotidianas más importantes: la inseguridad, el desempleo, la caída final de toda esperanza.

El Uruguay que nos dejará el Frente Amplio en 2020 es muy distinto al que surge del romántico e idílico panorama que le obligaron decir a los jóvenes que convocaban al acto del 5 de febrero. Hubo sin duda adelantos, pero muchos de ellos son consecuencias de los avances tecnológicos más que de la acción de los gobiernos. Con todo, demos por bueno que alguna cosa se hizo; pero el balance es deficitario. Veamos algunos puntos principales:

1. La “anomia social” descripta por el Director de Policía, la ausencia de la ley, viene de la mano de la increíble pirueta del ex Presidente Mujica cuando dijo que hay veces que lo político debe prevalecer sobre lo jurídico. El irrespeto a las normas es la consecuencia. El Frente Amplio desconoce los plebiscitos populares y aplica las leyes según su conveniencia. Ese es un enorme lastre para un país democrático.

2. El Frente Amplio promueve un modelo que iguala para abajo. El impuesto a la renta personal y todo el peso tributario significan castigos al que quiere progresar y mejorar. Las políticas clientelares del Mides son expresivas de esa ideología. No hay incentivos para el esfuerzo o la inteligencia. En 15 años, se destruyó el modelo más que centenario que forjaron nuestros abuelos: esfuerzo, trabajo, honestidad como ejes del ascenso social.

3. Estos gobiernos han tenido un evidente fracaso respecto a la fractura social. Las políticas sociales no han dado resultado y hay menos pobres –numéricamente– pero esos resultados son frágiles y quizás mentirosos. Sigue habiendo cientos de miles de personas marginadas del destino.

4. El gobierno no sabe qué hacer con la inseguridad. La incompetencia de las autoridades es notoria y se han improvisado políticas contradictorias. Ahora se muestra como un éxito la intervención policial en algunas zonas “rojas”. Ese es el mínimo básico de las obligaciones del Estado y el Frente Amplio recién ahora se da cuenta de ello.

5. La Enseñanza muestra resultados decepcionantes. Si hay una forma de medir con precisión la intención realmente progresista de un gobierno, es advertir qué hace con la Educación, que es la llave para la verdadera justicia social. Acá hemos retrocedido lastimosamente.

6. La situación económica no es buena. Con un déficit del 4% del PBI –unos dos mil doscientos millones de diferencia negativa, por año– y una deuda que llega al 65% del Producto, el país está hipotecado. Para defenderse, las autoridades intentan comparar esas cifras con las del año 2002, cuando atravesamos la peor crisis económica de nuestra historia. No tiene sentido que, tras quince años de crecimiento, Uruguay tenga hoy ese déficit y esa deuda. Eso es una gran irresponsabilidad que condenará a los uruguayos durante los próximos veinte o treinta años. Ese proceso repercutirá, para mal, en el empleo y en la distribución de la riqueza.

7. Nuestra política internacional ha perdido el rumbo y la dignidad. Somos socios de las dictaduras y las democracias nos miran de reojo, asombradas por la abdicación y la voltereta.

8. Los gobernantes no han dado señales claras en materia de decencia pública. No sólo por el papelón colectivo que el Frente Amplio cometió respecto a Sendic, sino por una larga lista de sospechas y evidencias que se han venido acumulando. El día que se sepa la trama de los negociados con Venezuela, este capítulo resultará definitivamente vergonzoso.

9. El Frente Amplio, que se mostraba como única garantía de la honestidad y la transparencia, termina ocultando indecencias y fenomenales engaños. Hasta se quiere amparar la inmoral historia del líder socialista Vivián Trías, traidor a su patria y espía al servicio de las potencias soviéticas. Nunca hubo en la historia nacional una caída tan estrepitosa, pero el Partido Socialista la justifica...

Los muchachos de 14 o 15 años que protagonizaron la publicidad edulcorada, no tienen porqué reconocer esta otra parte del relato. Sería bueno que alguien pueda contárselas.
Correo de los Viernes.
Publicación Oficial de la Secretaría de Prensa del Foro Batllista.