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Mucho humo

Ponen en duda que los muy promovidos operativos policiales en algunos barrios sean realmente eficaces para combatir el delito. Habrá que pasar raya para saber cuántos narcotraficantes o delincuentes peligrosos son realmente procesados tras las aparatosas maniobras.

Desde que el Director de Policía Mario Layera hizo, en mayo pasado, una crítica a la inacción del gobierno en algunas materias sosteniendo que el país había ingresado en una peligrosa situación de “anomia social”, hubo una reacción de las autoridades del Ministerio. Layera había indicado que en el Gobierno ni siquiera se habían animado a hacer un censo en el barrio Los Palomares, de Casavalle, medida propuesta por la Policía pero no ejecutada por temor a que su aplicación generara disturbios.

Ante la repercusión que tuvieron las declaraciones de Layera, se dispuso el ordenamiento de algunos de esos barrios o asentamientos, con operaciones que naturalmente fueron y son muy publicitadas. Varias de esas tareas no deberían llamar la atención, porque se encuentran entre las obligaciones ordinarias de las Intendencias o los Ministerios, pero como no se cumplían desde hacía años, fueron bien recibidas por parte de los vecinos: abrir calles que se habían cerrado, derruir algunas construcciones precarias y calamitosas, reponer los servicios de iluminación que hacía mucho tiempo que no funcionaban y, finalmente, regularizar las conexiones eléctricas, ya que había muchas de ellas en situación irregular. Esos trabajos de normalización parecieron muy espectaculares, pero en realidad no deberían llamar la atención porque se trata de las cosas que el Estado debe hacer habitualmente. Lo que ocurre es que la Intendencia y los Ministerios habían abandonado completamente sus obligaciones en esos barrios y ahora, al retomarlas, parecieron acciones novedosas.

Otra cosa es que esas medidas sean realmente eficientes para combatir a los delincuentes, quienes, enterados de que la Policía hará los censos y las requisas, se trasladan a otras zonas.

Al respecto, el Dr. Salle Lorier emitió un tweet en las últimas horas que fue muy comentados y repetido: “Los procedimientos liderados por Gustavo Leal tienen muy molestos a los funcionarios y magistrados del Poder Judicial, pues, constituyen una verdadera puesta en escena electoralista, terminan penalizando delitos menores y dichos funcionarios son testigos de la teatralización”. Gustavo Leal es el director del Ministerio a cargo de las operaciones. Ha tenido “buena prensa” en las últimas semanas. En estos días fue tapa, por ejemplo, del diario El Observador, según la imagen que acompaña esta nota.

Pasada la feria judicial de enero habrá que pasar raya y lograr una información fidedigna respecto a las consecuencias de estos operativos, para saber si realmente los mismos son eficientes para apresar a delincuentes pesados o si, como sostiene el abogado penalista Salle Lorier, sólo han permitido penalizar “delitos menores”.

La presencia policial en algunas zonas siempre es positiva y la normalización de algunos servicios públicos también es positiva. Pero es sólo no va a reducir el delito, cuyos autores se trasladan a otros barrios o departamentos.

Los próximos meses permitirán que la población pueda hacerse un juicio más objetivo y ponderado del éxito o fracaso de los publicitados operativos.
Correo de los Viernes.
Publicación Oficial de la Secretaría de Prensa del Foro Batllista.