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Hay que cuidar el prestigio de la Justicia

El inexplicable error de un Fiscal al permitir que un acusado se vaya de vacaciones a Valizas antes de cumplir su pena, tiene una negativa repercusión y daña el prestigio de la Justicia, que es un valor que todos debemos cuidar y defender.

Si bien el Fiscal Fernando Romano se disculpó públicamente y reconoció que había cometido un error, el daño está hecho, porque su inexplicable actitud genera, a nivel popular, la sensación de que la Justicia es una farsa.

El asunto fue así. Con motivo de la reunión de la cumbre del G 20 en Buenos Aires, un grupo de revoltosos provocó varios disturbios en el centro de Montevideo, dañando viviendas y automóviles, y atentando contra periodistas de canales de televisión.

El fiscal Romano acusó a uno de los jóvenes de haber cometido un delito de violencia privada agravada. De este modo, con el visto bueno del juez, el hombre de 21 años fue obligado a pedir una disculpa “formal” al periodista de canal 12 Diego Castro, agredido durante los disturbios, y a presentarse en la seccional de su barrio una vez por semana durante cuatro meses. Sin embargo, para que pudiera vacacionar en el balneario de Valizas, Romano accedió, nuevamente con el aval del juez, a aplicar la suspensión condicional de la pena durante las dos primeras semanas de enero.

El Fiscal remató su desgraciada gestión explicando a la prensa que el imputado pertenece a una familia “de bien” y que es un estudiante, valoraciones absolutamente inaceptables al momento de postergar la aplicación de una pena, por leve que sea.

El asunto levantó tal polvareda que el Fiscal reconoció que se había equivocado, pero intentó justificarse. “Reconozco que para la opinión pública puede verse mal, pero si yo no accedía a la suspensión, el joven igual podía ir y venir en el día desde Valizas a firmar, porque no iba a quedar encerrado en la seccional", sostuvo.

Su jerarca el Fiscal de Corte, el Dr. Jorge Díaz, dijo que el dictamen del Fiscal le pareció una “muy mala solución”, pero adelantó que no lo va a sancionar.

Es la segunda vez que el Fiscal Romano está envuelto en la polémica. En octubre no envió a prisión a un delincuente que amenazó al jerarca del Ministerio de Interior, Gustavo Leal, al haber equivocado la acusación, ya que le imputó un delito de amenazas, que no se pena con prisión, en vez de haberlo hecho por violencia privada. El juez actuante dejó sentada en su sentencia esa explicación.

Es indudable que la opinión pública, que no conoce los detalles procesales y jurídicos de estas cuestiones, recibe señales francamente negativas, lo que le lleva a descreer de la Justicia. Las autoridades de la Fiscalía y de la Suprema Corte tienen que dar señales claras y explicaciones convincentes, en todos los casos –pero más especialmente cuando se aplican instrumentos novedosos, como los acuerdos con los acusados- para que la confianza de la sociedad en la Justicia siga prevaleciendo.
Correo de los Viernes.
Publicación Oficial de la Secretaría de Prensa del Foro Batllista.