Correo de los Viernes - Imprimir Noticia
Imprimir

Claudio Romanoff

Lo vamos a extrañar.

El día del cumpleaños de Claudio, un colega de televisión me advierte de esa circunstancia. Le dedicamos entonces nuestro último libro, con todo cariño. No lo llegó a ver, pues pocas horas después falleció. Había soportado con carácter y lucidez una larga enfermedad. Así le vimos en la clínica donde había recalado luego de su operación en Brasil. Estuvimos una mañana conversando de periodismo, de cine italiano, de las mil y unas cosas que nos unían.

Le había conocido en aquel tiempo de la restauración democrática. Tiempo de esperanza. Los políticos íbamos saliendo de las sombras de la proscripción y nos encontrábamos con periodistas jóvenes, a quienes poco conocíamos. O algunos veteranos a los que no siempre mirábamos con simpatía luego de los años del régimen. De esa nueva camada eran Gabriel Pereyra, Miguel Arregui, los Pauletti, el propio Claudio, que ya se singularizaba por la capacidad de análisis y la independencia de criterio.

Con el correr de los años, le aprendí a respetar. Escribía con solvencia e informaba con honestidad. Más de una vez discrepamos, sin ningún enojo naturalmente, pero con diferencias de criterio, y de esas situaciones salimos con más respeto recíproco y una amistad que se iba consolidando detrás del trato profesional obligado. Fue cambiando de medios, dentro del oficio, y en cada uno mostró un enriquecimiento técnico y personal.

En los últimos años lo sentíamos realmente un amigo. Su calidad personal, su decencia, su serenidad de juicio, enriquecían charlas ocasionales.

El periodismo uruguayo pierde a uno de sus mejores valores. Y lo hace a una edad que mueve a la rebeldía.

Le extrañaremos.

J. M. S.
Correo de los Viernes.
Publicación Oficial de la Secretaría de Prensa del Foro Batllista.