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Como en el Far West

Asaltos y tiroteos con heridos graves en el centro de Montevideo y un récord de asesinatos, pautan el clima de violencia y muerte que genera la delincuencia, ante la pasividad irresponsable de las autoridades. Hay un crimen cada 21 horas.

Un cinematográfico asalto a una remesa en el centro de Montevideo conmovió a la población, que está espantada por el miedo a las rapiñas y hechos de sangre que golpean nuestra realidad cotidiana.

Mientras unos asaltantes amenazaron con quemar viva, tras rociarla con nafta, a una indefensa empleada de un supermercado de Lomas de Solymar, un grupo comando asaltó el camión de una empresa de seguridad que transportaba dinero, a pocos metros del Palacio Legislativo. Hubo un tiroteo y varias personas fueron heridas de gravedad, lo que fue captado por las cámaras de seguridad instaladas en edificios vecinos. El heroico gesto de un guardia privado, que resultó herido al proteger a una niña, dio mayor dramatismo a la escena, en sí misma conmovedora y muy peligrosa, porque pudieron morir varias personas. Los asaltantes portaban armas de guerra, con alto poder de fuego.

Los servicios de seguridad estaban alertados de que un atraco de esa índole podía producirse pero no pudieron impedirlo. Los delincuentes se fugaron con U$S 200.000.

Mientras tanto, la Fundación Propuestas (FUNDAPRO) dio noticias sobre un nuevo y dramático auge de los asesinatos, ya que en los primeros meses de 2018, hasta finalizar agosto, hubo 280 homicidios en todo el país, lo que significa uno cada 21 horas o un promedio de 35 homicidios por mes.

La cantidad de crímenes entre enero y agosto significó un aumento del 64%, si se compara con el mismo período del 2017. Ya se supera el total del año anterior, cuando hubo 283 crímenes. Si se mantiene el promedio, este año culminará con 420 asesinatos, un total absolutamente alarmante.

Solo la mitad de estos casos son resueltos, lo que implica un muy alto grado de impunidad, dato que sin duda es uno de los factores que promueve la ola de violencia.

Estamos viviendo como en el lejano oeste y ante ello, la actitud de las autoridades es de un indignante silencio. El Ministro Bonomi, habitual protagonista de los informativos de televisión, está llamativamente ausente. El Presidente de la República, quien por razones de salud no tuvo contacto con la prensa durante 21 días, reapareció haciendo chanzas a sus contrincantes lo que no se compadece con las angustias cotidianas que enfrenta la población, azotada por la inseguridad y las incertidumbres económicas.

Ya se sabe que ni el Presidente Vázquez ni el Ministro Bonomi son las personas adecuadas para manejar la Policía. Se sabe también que el Frente Amplio, en su conjunto, es incapaz de mejorar la acción del Estado contra la inseguridad, y que habrá que esperar a la instalación de un nuevo gobierno en el año 2020 para que haya respuestas eficientes y responsables. Pero, mientras tanto, las actuales autoridades podrían reaccionar con una mínima sensibilidad ante los hechos sangrientos que provocan temor e indefensión. Ya estamos viviendo como en Guatemala o El Salvador, lo que el Director Nacional de Policía, Mario Layera, había anunciado para dentro de unos años. Ya estamos viviendo ese infierno y los gobernantes no se dan por enterados.
Correo de los Viernes.
Publicación Oficial de la Secretaría de Prensa del Foro Batllista.