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El VAR y la viveza criolla
 El sistema de Video Arbitraje es sin duda una de las innovaciones más comentadas del Mundial de Fútbol y ha generado polémicas de todo tipo. El popular Cebolla Rodríguez se sumó a la discusión.
El querible Cristian Cebolla Rodríguez fue terminante. "A mí el VAR no me gusta". El jugador sostuvo que el sistema no beneficia al "estilo uruguayo y sudamericano", en el que existe "esa viveza criolla de garronear algo". Pese a su sentimiento también valoró que "ayuda mucho a los árbitros a no cometer errores graves" y señaló que "hay que respetarlo".
La reflexión da para analizar la vigencia o el deterioro del garroneo, expresión que todos comprendemos y que puede definirse, según uno de los diccionarios accesibles en internet, como “aprovecharse de algo o de alguien, generalmente con astucia o abuso”. Es muy posible que una enorme mayoría de los hinchas coincida con Cebolla, pero si lo pensamos bien, ese tipo de abuso debería ser excluido de nuestras conductas. La civilización contemporánea lucha contra todos los abusos, los grandes y los pequeños y el garroneo no refiere a la picardía o a la astucia que lleva a usar las reglas en su máxima extensión, sino al abuso, es decir, a hacer algo por fuera de las normas, esas que deben respetarse siempre, aún en circunstancias que pueden parecer menores como jugar al fútbol, manejar un auto o convivir con los vecinos.
Hace ya muchos Mundiales, Maradona hizo un gol tras bajar la pelota con la mano, un caso clarísimo de garroneo, muy festejado en su momento pero criticado posteriormente al haberse confirmado con la televisación que había sido ilícito y por lo tanto inmerecido.
No es necesario que Uruguay acuda a ningún tipo de garroneo para imponer –o no– su fútbol y nos parece que la selección, que en muchos sentidos es vista por los niños y los jóvenes como la mejor expresión del país, debe promover valores y virtudes en cada una de sus presentaciones y debe buscar siempre, ganar por sus méritos y no por garroneo. Astucia sí, garroneo no. |
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