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Sobrecostos en combustibles siguen batiendo records

En tres años, los uruguayos pagamos U$S 1.262 millones de sobrecosto en los combustibles, comparando el precio del surtidor con el de importación. La enorme diferencia está en los impuestos. Sigue el ajuste fiscal.

Según un informe de El País basado en datos de la Unidad Reguladora de Servicios de Energía y Agua (Ursea) y de la Dirección Nacional de Energía del Ministerio de Industria, Energía y Minería, los impuestos indirectos que pagamos en los combustibles hacen la enorme diferencia. Ancap sostiene que los combustibles salidos de su refinería son más baratos que los importados. Sin embargo, otros analistas sostienen que convendría importar los combustibles ya refinados.

En 2001, el Partido Colorado presentó en el Senado un proyecto de ley por el cual se derogaba el monopolio de Ancap y se establecía la posibilidad de importar combustibles refinados cuando los precios convinieran. Ese proyecto fue la base de la ley que se sancionó posteriormente y que fue derogada en un referéndum. Si esa ley estuviera vigente, los uruguayos estaríamos pagando hoy combustibles más baratos – ya que se obligaba a Ancap a competir y a transparentar sus precios – o importándolos. Lamentablemente la iniciativa no fue acompañada por el cuerpo electoral.

En los últimos tres años, los uruguayos pagaron un sobrecosto en los combustibles equivalente a US$ 1.262,02 millones. Esa es la diferencia entre el precio pagado en el surtidor respecto al precio que se hubiera abonado si existiera libre importación de combustibles.

El 2017 fue el año de mayor sobrecosto de los tres, con US$ 444.670.901, un 4% más que en 2016 (que a su vez había tenido un incremento de 9,6% sobre 2015).

Durante un taller para periodistas el pasado 16 de agosto, Ancap aseguró que refinar en Uruguay fue US$ 69 millones más barato que importar en 2016. El argumento de los técnicos del ente fue que el precio calculado no fue hasta llegar al dispensador de combustibles, sino el costo que tuvo —la refinación o la teórica importación— una vez pronto para salir de la planta de La Teja, previo a su distribución.

A título de ejemplo, los voceros de Ancap argumentan que en la gasolina super, el 43% del precio de venta es el ingreso que recibe Ancap, 42% es Imesi, 13% es margen de distribuidores y bonificaciones, 1% es fletes y el resto tasas. En el gasoil 58% es para Ancap, 18% de IVA, 9% de fideicomiso del boleto, 13% distribuidores, 1% fletes y el resto tasas.
Correo de los Viernes.
Publicación Oficial de la Secretaría de Prensa del Foro Batllista.