Correo de los Viernes - Imprimir Noticia
Imprimir

I.M.: “Obrando” Mal...

Por Consuelo Pérez

El accionar de la Intendencia de Montevideo con relación a las obras de infraestructura que están a su cargo, es errante, confuso, y genera caos en la movilidad urbana.

Para realizar el seguimiento de una obra de construcción, cualquiera sea su carácter o su volumen -al igual que en cualquier otra actividad- debemos comparar lo ejecutado con lo previsto, en el transcurso del tiempo de ejecución. En términos generales, más o menos es así. Este seguimiento abarca por supuesto todos los aspectos involucrados, como ser utilización de insumos, avances en lo físico, inversión a una fecha en función de lo programado, afectación de recursos humanos, entre otras variables.

Pero nos resulta imposible como ciudadano aplicar este criterio a las obras que la Intendencia de Montevideo ejecutó, ejecuta o ejecutará por la sencilla razón de que no se dispone de la información de la planificación de las mismas. Si es que existe.

Por lo tanto, nos remitimos a lo que se percibe “in situ”, y a la información que pueda trascender en los medios.

Es así que nos enteramos a fines del año pasado que, después de casi dos años de la firma del acuerdo entre el Intendente Martinez y Edgardo Novick, que permitió a la Intendencia de Montevideo contar con los votos necesarios para poner en marcha las obras de movilidad y limpieza del llamado Fondo Capital, no se dio cumplimiento al mismo, y ninguno de los proyectos se concretó.

Entre ellos se encuentran las obras para Avenida Italia, para la Avenida Belloni, y para las mejoras en la Avenida San Martin.

Según reconoció en la oportunidad el director de Movilidad de la comuna, Pablo Inthamoussu, el atraso en la puesta en marcha del Fondo es de unos seis meses. Y hablamos de la “puesta en marcha”, cuando todos estamos hartos de sufrir las demoras, siempre, en la etapa de construcción. Pero veremos...

Hemos constatado con tristeza que además se han realizado obras absolutamente innecesarias e inconvenientes, que demoraron una eternidad en su ejecución, y que costaron fortunas, como es el caso de los “corredores”, con el agravante de que luego presenciamos absortos su demolición parcial!

Pero el desorden ejecutivo alcanza a toda la gama de intervenciones, pues un simple pozo o corte en el pavimento puede permanecer por meses, eso sí, con un “bosque” inexplicable de balizas que lo rodean, y que transforman al pozo en una especie de “árbol de Navidad”. En general el volumen de hormigón que mantiene a la baliza en pie, es mucho mayor que el volumen necesario para tapar el pozo, que junto a sus múltiples balizas perimetrales, perdura meses.

El caos circulatorio que habitualmente padece la improvisada Montevideo en lo que a planificación vial se refiere, se ve absolutamente agravado, y en forma impredecible, por esta “forma de trabajar”.

Quizá los taximetristas y otros profesionales del volante nos puedan dar información más acertada del estado de situación día a día, si es que sus constantes insultos con relación al tema, les dejan en lugar a otras opiniones...

Convengamos que el accionar de la Intendencia de Montevideo en esta área es coherente con su desempeño en otras, como lo son la recolección de residuos, el alumbrado, la protección y seguridad de los espacios públicos, y un sinfín de acciones que se emparentan con la probidad, pero también con la esperada transparencia prometida por décadas.

De la misma forma que soportamos a diario estas situaciones, no caeremos en el desánimo, y esperamos que algún día, junto al resto de los sufridos montevideanos, podamos “salir del pozo”.
Correo de los Viernes.
Publicación Oficial de la Secretaría de Prensa del Foro Batllista.