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Omisiones del Frente Amplio promueven la inseguridad (II)

En 2012, hace seis años, el gobierno del señor Mujica promovió la aplicación del plan “Siete zonas”, un conjunto de políticas sociales concentradas en barrios con mucho retraso, con la intención de abatir el delito. Ese programa nunca funcionó y la delincuencia sigue tan campante.

El ministro Bonomi viene reclamando un “shock” de políticas sociales en los barrios marginales, allí donde se generan la mayor parte de los delitos, para estar en mejores condiciones de combatir la delincuencia. Hace apenas unos días, el Ministro reiteró ese reclamo y sostuvo que “es imprescindible”.

Pues bien, el Ministro tiene poca memoria, porque hace unos años, el gobierno del Frente Amplio anunció la instrumentación del plan “Siete zonas”, destinado precisamente a poner en marcha lo que Bonomi reclama ahora. “El Bicho”, recordemos, ya era ministro de interior en 2012, cuando el Poder Ejecutivo anunció pomposamente el nuevo programa.

¿En qué consistía el Siete Zonas? Precisamente, se trataba de un “shock” de políticas sociales destinado a una fuerte inversión en barrios complicados: Marconi, Cantera del Zorro, Chacarita de los Padres, Santa Teresa y Barrio Ituzaingó en Montevideo; Vista Linda y Obelisco en Las Piedras y Villa Manuela en Barrios Blancos.

El entonces ministro de Desarrollo Social, el verborrágico Daniel Olesker, utilizó la cadena de radio y televisión para informar que ante la ola delictiva –que ya entonces golpeaba muy fuertemente a la sociedad uruguaya– se pondrían en marcha una serie de políticas sociales para combatir la situación provocada “ por las no-políticas sociales de los años 90”. Entonces, dijo Olesker entusiasmado, se trabajaría en cinco niveles de acción: acceso a la vivienda, refuerzos educativos para la culminación de ciclos y calificación para el trabajo; inserción en el mercado laboral; acceso a los servicios de salud y acceso a los servicios de cuidados.

El plan, que atendería en principio a 30.000 personas jóvenes, estaba totalmente financiado y “va a seguir a lo largo de los 18 meses que le restan a este gobierno”, aseguró el Ministro.

Entre otros componentes principales, el jerarca destacó el fortalecimiento de la infraestructura social en las siete zonas y al mejoramiento de la trama urbana. También se reforzarán, dijo Olesker, los recursos humanos vinculados a mejorar la convivencia ciudadana y los problemas de seguridad, que incluyen situaciones de vandalismo y erradicación de basurales, entre otras cosas.

La situación real es que a seis años de esos compromisos el plan Siete Zonas no existe. No se aplicó ninguna de las políticas prometidas, al punto que las asignaciones presupuestales dispuestas entonces desaparecieron del presupuesto en 2015.

Las zonas rojas carecen hoy de cualquier política social y el Estado está ausente en ellas: no entra la Policía, ni la Justicia, ni las ambulancias...

Mientras tanto el ministro Bonomi, creyendo seguramente que los uruguayos tienen mala memoria, reclama ahora, como una gran novedad, un shock de inversión social, en una prueba definitiva de demagogia e irresponsabilidad.
Correo de los Viernes.
Publicación Oficial de la Secretaría de Prensa del Foro Batllista.