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UPM: siguen las incógnitas

La presencia de los ministros en el senado no aclaró las dudas principales que hay sobre la planta de UPM en Paso de los Toros. No hay información fidedigna.

El secretismo con el que el gobierno se ha manejado en torno a la posible inversión de UPM en Paso de los Toros no pudo superarse tras la presencia de cinco ministros en el Senado, ya que la discusión no permitió develar algunas cuestiones que todavía siguen en el plano de la mera especulación.

La extraña situación según la que el gobierno se compromete a llevar adelante una serie de acciones sin contrapartida, postergándose hasta febrero de 2020 la respuesta definitiva de la empresa, pone un manto de dudas sobre el emprendimiento.

Tanto es así que el propio ministro de Economía Cr. Astori no pudo responder si finalmente la operación será beneficiosa para el fisco, es decir, la recaudación del Estado. Uruguay se compromete a hacer inversiones por más de U$S 1000 millones, lo que no está definitivamente cuantificado ya que, por ejemplo, se desconoce el monto total que deberá gastarse en las expropiaciones de terrenos – que se resuelven por vía de la Justicia – para hacer las nuevas conexiones ferroviarias. Consultado en forma expresa, Astori dijo que “cree” que el resultado global será positivo, es decir que el país recibirá más recursos financieros de los que tendrá que invertir por su cuenta. Pero aclaró el Ministro que eso no puede determinarse aún...

Otro asunto polémico es el la energía eléctrica. Los senadores entienden que el negocio que compromete Ute no es benefioso. El senador Lacalle Pou sostuvo que “el gobierno no explica por qué se pagarán 72,5 dólares por MWh a UPM por toda la energía que pueda producir (la que el Estado se obliga a comprar) cuando hoy tenemos sobregeneración de energía y un precio spot que determina que le estaremos transfiriendo alegremente a UPM unos 50 millones de dólares por año”.

La ministro Cosse contestó esta argumentación, al sostener que se trata de un valor inferior al promedio al que venden los generadores privados, y al precio promedio de la biomasa a nivel local y regional. "Eso es inferior al precio que representaría un sobrecosto cero en el costo de abastecimiento de la demanda de UTE", dijo. Pero la polémica quedó abierta, sin que la explicación oficial haya convencido.

A su vez, resultó irrisoria la afirmación del ministro de Transporte Víctor Rossi de que la obra en el ferrocarril igual iba a construirse aun cuando UPM no interviniera. Todo el mundo sabe que una de las condiciones principales que impone la empresa es la conexión ferroviaria y que la única razón –válida sin duda– por la que el gobierno se resuelve por hacer esa inversión es el reclamo de los inversores finlandeses.

Para colmo, el Ministro Murro dijo que UPM acepta las huelgas y los piquetes. Su afirmación provocó sonrisas socarronas, porque ya se sabe que la inversión depende de la paz laboral que garantice Uruguay.

Como sostuvo el senador interpelante Luis Lacalle Pou, hay una enorme diferencia entre el acuerdo que hizo el gobierno de Jorge Batlle, condensado en un decreto de dos páginas en que se fijaron las condiciones de la inversión, y este preacuerdo de 150 páginas en el que el país se compromete en términos excesivos a ceder en todo, a la espera de que UPM concrete su proyecto. Como sostiene el periodista Claudio Paolillo en su columna de Búsqueda, lo que queda claro es que así como Uruguay ofrecía garantías en 2003, hoy el gobierno del Frente Amplio y las condiciones de costos, relaciones laborales y productividad que ofrece el país son sospechosas o desconfiables. El gobierno del soberanista, nacionalista y anti imperialista Frente Amplio tuvo que someterse sin condiciones al capital extranjero.
Correo de los Viernes.
Publicación Oficial de la Secretaría de Prensa del Foro Batllista.