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La seguridad portuaria

Los prácticos portuarios, cuyos costos fueron discutidos recientemente, reivindican su profesionalidad y aseguran que sus servicios son imprescindibles para disminuir los riesgos.

En el número anterior y al resumir un aviso del Centro de Navegación hicimos referencia a la actividad de los prácticos portuarios, organizados en la Sociedad Prácticos del Puerto de Montevideo. En ese artículo se deslizaron algunas consideraciones que nos interesa precisar.

Una de ellas, quizás la principal, es que los prácticos acceden a sus cargos a través de concursos -y no por vínculos familiares- que son organizados con amplias garantías. El número de prácticos depende de la actividad portuaria, por lo que puede variar, pero en todo caso el elenco de sus integrantes se provee a través de una selección profesional.

También es interesante destacar que su actividad es sustentada por las compañías navieras y no por el Estado, siendo que el asesoramiento de los prácticos para ingresar a los canales de acceso y a los puertos es totalmente imprescindible, ante las variantes que presentan las condiciones del mar. En todos los puertos del mundo existe este tipo de servicio profesional, que no es posible sustituir por los instrumentos de navegación dados precisamente los cambios en las condiciones de las corrientes marinas o los vientos.

Hace poco tiempo y a propósito de la regulación sobre la carga de mercadería peligrosa, y teniendo en cuenta que se habían registrado varios accidentes en el propio puerto, se dispuso por el Poder Ejecutivo la creación del Guardia de Seguridad Portuaria, un servicio aportado por los prácticos que están de turno todo el día. Eso llevó al Centro de Navegación a publicar un aviso en el que alertó sobre el crecimiento de los costos, lo que ha sido refutado por los prácticos, que sostienen que las erogaciones son mínimas con relación a la garantía de que el puerto tenga una renovada política de disminución de los riesgos. Señalan que el puerto está sometido a un tráfico muy intenso, dada la frecuencia de los cargueros de contenedores y de los buques pesqueros chinos y coreanos. Hubo choques, accidentes de variada índole e incendios, por lo que las medidas de seguridad deben extremarse, escenario en el cual los prácticos – que trabajan de acuerdo a los criterios de una reglamentación inicial establecida nada menos que por José Batlle y Ordóñez – entienden que siguen prestando una actividad profesional que es imprescindible.
Correo de los Viernes.
Publicación Oficial de la Secretaría de Prensa del Foro Batllista.