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Bruno Widmann
 A los 89 años, sorpresivamente, falleció en Montevideo Bruno Widmann, artista de intensa actividad y gran calidad, que seguía trabajando con plena lucidez y el entusiasmo de siempre. Estaba a pocos días de que la Junta Departamental le rindiera un justiciero homenaje que, lamentablemente, no ha podido ser.
Le conocí en 1967 cuando presidiendo la Comisión Nacional de Bellas Artes tuvimos encendidos debates por la orientación de los viejos Salones. De esas polémicas nació una amistad mantenida hasta ahora y renovada con amables charlas en su taller de la Avenida Libertador. Este último verano, incluso, le acompañamos en Punta del Este en una muy atractiva presentación que hizo de su obra, ante una sala llena de admiradores.
Artistas como él desaparecen físicamente, pero dejan una obra que les trasciende. Allí siguen viviendo, comunicando, enviando su mensaje y recibiendo también el retorno de quienes pueden apreciar su arte.
Hubo en su trayectoria una larga evolución, jalonada siempre por una decantada técnica pictórica. Tuvo grandes éxitos en Brasil y en Buenos Aires, donde vivió varios años. Tuvo su momento “planista”, con paisajes rotundos, coloridos. Más tarde trabajó la materia, en una línea cercana a Tàpies, pero incorporando algún elemento humano que enriquecía la composición. En los últimos años trabajaba en cuadros con grandes espacios, en que incorporaba, como collage o pintura, imágenes, letras, procesos muy poéticos de ritmos, que estimulaban la imaginación.
En lo personal, lamentamos la pérdida de un buen y noble amigo. En la dimensión nacional, este país tan pródigo de artistas, a uno de sus más exitosos cultores.
Hacemos llegar a su familia, nuestra sentida solidaridad.
J. M. S. |
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