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“Buchón” de la dictadura cubana
 Según Búsqueda, los antiguos compañeros de Sendic en Cuba no tienen buenos recuerdos, porque lo consideraban un informante de la dictadura.
El semanario Búsqueda dedicó en su última edición varias notas a la “vida y obra” de Sendic, resumiendo capítulos de varios libros y reportajes que se han editado al respecto, como Xenia Itté, viuda de Sendic, canta las 40, entrevista de Gerardo Tagliaferro; Sendic, de Samuel Blixen; Raúl Sendic Rodríguez, libro colectivo de reportajes y entrevistas; Treinta días con Sendic, de José Enríquez; Sendic, La carrera del hijo pródigo, de Patricia Madrid y Viviana Ruggiero, y Una oveja negra al poder, de Andrés Danza y Ernesto Tulbovitz.
De esa compilación surge un párrafo expresivo, que transcribimos: “Una antigua compañera en el hospital de La Habana lo recuerda como un “ultraultra, un talibán”, siempre a la caza de compañeros que cometieran errores, relató una fuente a Búsqueda. Incluso afirma que siendo estudiante se presentó ante las autoridades universitarias para solicitar la expulsión definitiva de un compañero que andaba con muchas mujeres y gastaba más de lo establecido. Un poco más flexible se mostró en diciembre de 2014, cuando Búsqueda publicó que el Ministerio del Interior investigaba por presuntos delitos a José Enríquez, quien finalmente, después de varias idas y vueltas debió renunciar a una banca de diputado por Canelones antes de asumir. Enríquez había sido el chofer y acompañante de Raúl Sendic Antonaccio, cuando fue liberado de la cárcel en marzo de 1985.
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