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Aquella ilusión del gobierno honesto...

Por Luis Hierro López

El Frente Amplio enterrará para siempre su pretensión ética si no sanciona con severidad al Vicepresidente Raúl Sendic, reiterando una historia de ocultamientos e indecencias.

“Un gobierno honesto y un país de primera”, nos prometía la fórmula presidencial frenteamplista integrada por Mujica y Astori en la campaña de 2009. La ilusión se ha hecho añicos, después de muchos tropiezos graves, con la inaceptable conducta del vicepresidente Sendic, que sigue siendo sin embargo amparada por la mayor parte de los sectores frenteamplistas. Es posible que buena parte de los ciudadanos que votaron a la coalición tengan una actitud de censura al Vicepresidente, pero eso no se refleja en la ecuación orgánica del Plenario, donde todo indica que prevalecerá la blandura moral y no se actuará en consonancia con el lapidario y digno informe del Tribunal de Conducta Política.

Ante la evidencia de que el señor Sendic ha actuado en forma inmoral al usar en forma indebida los dineros públicos, el Frente Amplio se ha dedicado a una discusión interna para ver cómo administra el desastre, pero no ha tenido la única reacción que salvaría su intención ética, censurando con severidad inapelable al Vicepresidente.

Es que, aunque el Frente Amplio siempre intentó ubicarse en un plano de superioridad moral respecto a sus adversarios – sobre eso basó su furibunda campaña de 2004 - la decencia en el manejo de los dineros públicos no es realmente una de sus prioridades, como lo es por ejemplo la obtención y el ejercicio del poder. Como ha ocurrido con los gobiernos de otros partidos de izquierda en América Latina, todo se supedita al proyecto político, como ocurrió en el Brasil de Lula, con las nefastas consecuencias que hasta ayer mismo siguieron revelándose, ante el silencio cómplice de los izquierdistas compatriotas. ¿Alguna vez hubo advertencias del Frente Amplio respecto a la corrupción de los Kirchner, del PT brasileño o del régimen de Maduro? Por el contrario, esos procesos de deshonestidad sistemática fueron admitidos con complacencia.

No es distinto el proceso uruguayo. Cuando el director de Casinos Municipales Juan Carlos Bengoa y varios de sus asesores fueron procesados por delitos aberrantes – coimas, conjunción del interés público y privado y fraude – el entonces ministro de Economía Cr. Astori defendió a Bengoa en varias oportunidades, al ser acusado y luego de ser condenado por la Justicia. Nunca se retractó de esa posición extrema.

Lo mismo ha ocurrido con los procesamientos del ex Ministro de Economía Fernando Lorenzo y del ex presidente del Brou Fernando Calloia por el escándalo de Pluna - una estafa evidente, con un “señor de la derecha” que quedará retratado como sinónimo del delincuente internacional y con una fotografía del ministro Lorenzo almorzando con él - personas que en vez de provocar el repudio del Frente Amplio merecieron respaldos expresos. Nunca se vio en la historia del país que un ministro de economía y el presidente del Brou – las más altas autoridades económicas -fueran procesados y condenados por la Justicia al mismo tiempo por una actuación ilegal y abusiva al frente del Estado. Pero el Frente Amplio en vez de reconocer el error y condenar a sus autores, creyó del caso elogiarlos. Un despropósito que es expresivo del poco apego que tiene la coalición gobernante respecto a la legalidad de los procedimientos y a la transparencia de los mismos.

El gobierno del señor Mujica llevó adelante negocios por lo menos turbios con Venezuela. Empresas amigas del presidente se vieron indudablemente favorecidas para canalizar en su beneficio parte de las millonarias operaciones, pero todo quedó oculto bajo la fama del “presidente más pobre” que supo cultivar el ex guerrillero, cerrándose el Frente Amplio a todo intento de investigación parlamentaria. Queda la instancia judicial, esa que es lenta pero que llega…

El Ministro de Economía, Danilo Astori, incurrió en un caso de evasión de las obligaciones patronales de su sector político. El caso quedó enterrado e inconcluso.

Son reiteradas y groseras las denuncias que se acumulan en Asse – uno de cuyos directores, delegado sindical, fue procesado por coimas - donde los jerarcas de los hospitales violan todas las normas y contratan empresas médicas de las que son propietarios. A la oposición parlamentaria le costó mucho superar el rechazo de la bancada frenteamplista a instalar una comisión investigadora.

Los casos y denuncias podrían repetirse hasta el cansancio, demostrando que el Frente Amplio no tiene vocación de servir la transparencia pública. Su objetivo es el poder – a como dé lugar – y la decencia en el manejo de los dineros públicos, la legalidad y la limpidez no están ni en su “adn” ni en su vocación.

Tras habernos dejado la dejadez y la mediocridad del socialismo, el Frente Amplio nos deja la deshonra.
Correo de los Viernes.
Publicación Oficial de la Secretaría de Prensa del Foro Batllista.