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URUGUAYOS EN GUERRA
Por LA LIBRERIA
 “Cartas desde las Trincheras. Los uruguayos en la Primera Guerra Mundial.” Por Sebastián Panzl. Ed. Planeta. Montevideo, 2017, 236 págs.
Sebastián Panzl es un joven periodista que ha escrito ya un par de excelentes libros de crónica histórica, uno sobre náufragos uruguayos en la Segunda Guerra Mundial y otro sobre las ejecuciones de penas de muerte en nuestro país. Ahora lo hace con un hermoso material: las cartas que los uruguayos voluntarios en la Primera Guerra Mundial, de la que se ha estado conmemorando el centenario. No fueron pocos los uruguayos que marcharon sintiéndose solidarios con Francia o aun —algunos pocos— con Italia o Inglaterra. Figuran 38 uruguayos muertos en Francia que ya estaban allí y se alistaron. Otros 23 muertos, por su parte, de franceses —o hijos de franceses— que partieron desde Uruguay a pelear por su patria. Una historia que da mucha pena es la de Juan Barthou, uruguayo de origen francés, que hizo toda la guerra, peleó en Somme, en Verdún, en todas las grandes batallas, fue herido tres veces, retornó al frente, se casó allá con una enfermera y murió, al término de la guerra, de una neumonía, cuando estaba en Burdeos custodiando prisioneros alemanes. Sus cartas son muy emotivas. Una historia curiosa es la de Francisco Francese, uruguayo, hijo de italianos, que no tenía la edad para alistarse,lo hizo con documentos de otro joven, Ferdinando Paladino, combatió en la guerra y solo muchos años después, ya retornado al Uruguay, retomó su verdadera identidad. Este Francese era hermano mayor del General Antonio Francese, ex Ministro de Defensa Nacional e Interior, figura de enorme relevancia democrática. También historia notable es la del Dr. Eduardo Blanco Acevedo, médico del ejército francés, que atendió a los tenientes De Gaulle y Juin, heridos en Verdún. Salvó el brazo de Juin cuando iba a ser amputado por un médico veterano, y con ello pudo seguir una carrera militar en la que terminó de Mariscal. Al brazo derecho medio duro de Juin, el propio De Gaulle le llamaba “el brazo Uruguay”. Estas historias personales aparecen contextualizadas en la política del momento y la posición diplomática de Uruguay, que fue un neutral militante pro aliado, situación que luego se repetiría, parecida, en la Segunda Guerra Mundial. En suma, un libro interesante, bien narrado y cargado de emoción. |
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