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Buen negocio de pocas farmacias y mal negocio para toda la sociedad
Por Jorge Bentos
El camino que se ha seguido, es de una irresponsabilidad criminal.
Según declaraciones realizadas públicamente a través de la televisión, el Dr. Guillermo Castro Quintela no deja espacio alguno para dudar. La banalidad de la casi inexistente publicidad de los efectos de la droga “recreativa” y legal en nuestro Uruguay nos dejará una cantidad increíble de pacientes oncológicos.
En efecto, fumar marihuana —según los estudios realizados a nivel internacional— demuestran que multiplica por 20 el riesgo de contraer cáncer. De esto no se habla. Se llenaba la boca el Sr. Presidente Vázquez con que Uruguay iba a ahorrar en curar enfermos de cáncer al imponer severas restricciones para fumar tabaco. Sin embargo, él mismo ha permitido que se fume marihuana con un riesgo potencialmente cierto de multiplicar los pacientes por 20. Increíblemente por parte de un médico especialista en oncología. Si existirán intereses y negocios cuando toda una población es expuesta a ese riesgo, además de los otros y no desechables argumentos de su consumo.
Todos quienes tenemos una capacitación profunda sobre las drogas sabemos cómo impacta la marihuana sobre el sistema nervioso, el sistema cardiovascular y el respiratorio. Pero de esto no se habla. Para quedar bien se hace una pálida campaña de consecuencias sobre el consumo de esta droga, pero según los dichos gubernamentales “si se consume, se debe ordenar”: ¡Tomá pa’ vos!
Por otro lado, el negocio de la venta (tanto la “legal e inapropiada” como la ilegal) parece ser una excelente vía de mejora económica para unos pocos y en detrimento de toda la sociedad uruguaya. Vamos en contra de toda la corriente mundial y se debería de aplicar las sanciones a nuestro gobierno por ir a contramano del resto del mundo, ya que causa daño e indica un camino por el que no hay que transitar. Se aplica claramente un mal negocio moral y ético que practican unas pocas farmacias que deberían vender medicamentos y no propiciar un “parque de diversiones” a partir de drogas que atentan contra el físico y la mente de las personas que no se aprecian a sí mismas.
Se supone que el Estado debe velar por los intereses comunes de todos y entre ellos está la salud pública. ¿Qué está pasando? ¿Será que cuantos más drogadictos tengamos, más gobierno del Frente Amplio tendremos? Por favor, nuestro pueblo necesita ser educado y protegido, el valor de nuestros jóvenes debe ser rescatado. Todo está en caída, todo es un desquicio.
Queda hoy solo en manos de padres, de personas de bien, de instituciones, de la prensa, enseñar a no drogarse. No drogarse es la clave, no drogarse es destruir al narcotráfico, no drogarse es ser una persona cabal que sabe realmente lo que quiere. No se puede seguir por la senda de algo tan criminal como lo es fomentar legalmente el consumo de drogas para divertirse.
Entre todos, con los ciudadanos de conciencia, podemos y debemos revertir el caos en que nos intenta hundir el Frente Amplio. Los uruguayos somos mucho más que un puñado de drogadictos; que los organismos internacionales lo tengan muy presente. Nos queda como orientales mucho trabajo para hacer y restaurar. Hoy más que nunca, digamos fuerte y muy pero muy seguido, no a las drogas. |
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