Correo de los Viernes - Imprimir Noticia
Imprimir

Una apresurada acusación

El senador Leonardo de León, que tiene que dar muchas explicaciones a la Justicia por su actuación en Alur, acusó al dirigente colorado Leonardo Vinci de difamarlo a través de Facebook. Vinci pudo comprobar que él repitió una foto que ya había sido publicada.

Decenas de miles de uruguayos vieron en las redes unas fotografías del actual senador Leonardo de León viajando, en una avioneta, acompañado de una botella de whisky en la primera toma y de un vaso con alcohol en la segunda imagen.

El senador, ex presidente de Alur, está siendo investigado por la Justicia por varias maniobras irregulares o delictivas. Un libro de reciente publicación da cuenta que el legislador hizo casi noventa viajes en la avioneta de Alur o en aviones contratados. Algunos de esos vuelos fueron a países vecinos. Siendo presidente de Alur le pagaba en negro a los “peludos”, los recolectores de caña. El día en que sepamos toda la historia, es posible que los uruguayos nos encontremos con un abultado prontuario.

Uno de sus colaboradores le sacó unas fotografías, las que han circulado por internet. De León sostiene que algunas de ellas han sido editadas y se les han incorporado botellas y vasos de whisky y acusó al dirigente colorado de Salto de haberlas subido a Facebook en una campaña de difamación. De León no acusó a los otros miles de difusores de la imagen: se las agarró con el ex diputado colorado. Para peor, el senador no publicó la supuesta foto original, la que le habrían obtenido, alguno de sus amigos, sin la botella o el vaso.

Tras la denuncia del senador hubo una muy rápida actuación policial, siendo citado Vinci a dependencias policiales de Montevideo pese a que él se ofreció a hacer las declaraciones correspondientes ante la justicia de Salto. El procedimiento fue irregular, porque tanto el juzgado que actuó en Montevideo, donde se radicó la denuncia, como la Policía, debieron haber trasmitido a las oficinas correspondientes en Salto que iniciaran la investigación. El acusado tuvo que viajar a Montevideo por su cuenta, dejando su trabajo y otros asuntos particulares.

Lo que resulta contradictorio es que ni el Juez ni la Policía citaron –hasta dónde sabemos– a quién obtuvo la fotografía en primera instancia. Se cita e investiga a quienes repitieron la foto, pero no a quien la registró inicialmente. Es muy sencillo demostrar que la fotografía ha sido falsificada si se muestra de inmediato el original y la copia editada. Eso no se le ocurrió ni al Juez ni a la Policía. Suena raro...

El asunto se aclaró de inmediato porque Vinci pudo demostrar que él no había sido quien subió las fotografías a Facebook, ya que otro periodista salteño lo había hecho con anterioridad, tras tomarlas de una cadena de WhatsApp. Lo curioso del asunto es que lo que confirmó Vinci está registrado en Facebook por las horas de las operaciones, lo que la Policía sabía a través de sus propias investigaciones sin necesidad de obligar al traslado a Montevideo del ciudadano salteño.

La supuesta “conspiración colorada” quedó así desarticulada, en este tiempo en que el Frente Amplio, en vez de ocuparse de corregir sus propias conductas indecentes y muy posiblemente ilegales, ve conspiraciones por todos lados. Pero lo que no quedó desarticulada aún es la trama de Alur y de Ancap, ya que De León y Sendic tienen que dar todavía muchas explicaciones...
Correo de los Viernes.
Publicación Oficial de la Secretaría de Prensa del Foro Batllista.