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La violación cotidiana de los derechos humanos

La dramática situación del Instituto del Adolescente desnuda las contradicciones de un gobierno que invoca los derechos humanos pero que admite que se violen en forma habitual.

La infraestructura del Inisa, el Instituto Nacional de Inclusión Social del Adolescente es de tan mala condición que el país “seguirá cayendo en una violación sistemática de los derechos humanos de los jóvenes privados de libertad”.

La situación no es distinta a la que reiteradamente se ha denunciado en torno a las cárceles, a las colonias psiquiátricas o a los asilos de ancianos –donde en los últimos años se han registrado muertes de personas calcinadas por incendios que pudieron evitarse o por ataques de jaurías de perros salvajes– pero en esta oportunidad la tajante afirmación tiene la característica de que no fue promovida por voceros de la oposición política, sino por una jerarca del gobierno.

Según consignó el portal Ecos Gabriela Fulco, presidenta del Directorio del Instituto Nacional de Inclusión Social Adolescente (Inisa), analizó en el Parlamento la situación edilicia y reconoció que la situación es dramática, sosteniendo que “vamos a seguir sobrellevando estas condiciones edilicias que todos compartimos que son inadecuadas. En tanto sean inadecuadas y no podamos cambiarlas, vamos a tener que decir que estamos cayendo en una violación sistemática de los derechos humanos de los jóvenes privados de libertad”.

Fulco señaló además que ninguno de los centros de reclusión de jóvenes es adecuado. “Se anduvo manoteando casonas, casitas y establecimientos. Algunos habían sido colegios, iglesias o casas comunes, pero de ninguna manera cumplen desde el punto de vista habitacional con los estándares mínimos de espacio y requerimiento para la privación de libertad de jóvenes”, explicó.

Por otra parte, recordó que la institución realizó una “inversión muy fuerte” para construir tres centros, que finalmente resultaron inadecuados para privación de jóvenes. “Ustedes saben que el primer semestre de 2015 tuvimos una seguidilla de incidentes graves, de motines; pegando simplemente un puñetazo a una pared, se destruye. Además, los jóvenes se pueden hacer de herramientas de corte fácilmente porque los hierros se doblan”, recordó la titular del Inisa.

Fulco respondió que los problemas edilicios que enfrentan no son algo que pueda solucionarse “en un año ni en dos, pero hay un plan”. En principio, dijo que hay que “dar vuelta la página con el tema de la existencia de la Colonia Berro”, una estructura edilicia que “no tiene nada que ver con las exigencias que hoy podemos tener para cumplir con programas de rehabilitación de corte integral”. Detalló que en el tema del agua, OSE “dijo que no tiene arreglo porque habría que reformar toda la cañería, lo que es imposible por los altos costos”. En cuanto a la luz, indicó que está en “en estado calamitoso, que se vive arreglando permanentemente”. “Siempre estamos en esas emergencias, sobre todo cuando llega el invierno”, aseguró.

“Las condiciones de frío en todo el sistema son pavorosas, por lo que nos preocupa mucho la ropa de abrigo y hasta hemos salido a pedir donaciones, porque estos jóvenes deben estar extra abrigados ya que hace más frío adentro de las instalaciones que afuera. (...) Obviamente no hay estufas, ni calefacción, y el frío se filtra por todos lados, además de que hay humedades y se llueve. Todo eso es lo que se arreglará con el proyecto de complejo nuevo en el año 2018. Mientras tanto, se están haciendo pequeños arreglitos todos los días”, agregó.
Correo de los Viernes.
Publicación Oficial de la Secretaría de Prensa del Foro Batllista.