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El siempre presente antisemitismo

La judeofobia siempre se las arregla para emerger. Frecuentemente lo hace excusándose en las acciones bélicas del Estado de Israel, pero en muchas otras ocasiones no necesita de disfraces para manifestarse en toda su grotesca y violenta magnitud.

Las expresiones judeofóbicas que pudieron leerse en la redes el viernes pasado, en ocasión de la segunda final de la Liga Uruguaya de Básquetbol entre Hebraica Macabi y Aguada, dan cuenta de que el antisemitismo no constituye un fenómeno aislado, insignificante, que se da sólo en marginales o enfermos. “Aunque suene redundante Hebraica se pegó un jabón bárbaro” y “Vamos Aguada, háganlos jabón a estos locos”, fueron algunos de los brulotes proferidos.

Pero entre esas expresiones antisemitas vertidas en redes sociales, llamó particularmente la atención las de —nada menos— un docente, preparador físico de las divisiones formativas —también nada menos— de un club barrial, el Club Atlético Marne y profesor de educación física en Urunday Universitario. En un tuit, el docente espetó: “Qué lindo, Aguada haciendo jabón con los de Hebraica” y, ante la respuesta de otro tuitero que le subrayara (pero a las risas) el mal gusto de su publicación, agregó: “Podía haber sido peor”. Al ver la repercusión de su tuit, el joven docente no sólo lo borró sino que se dio de baja en Twitter.

Hebraica Macabi, que señaló que esas expresiones constituyen “ejemplos de lo que cotidianamente y erróneamente se cree parte del folklore de nuestro básquetbol” y denunció la situación ante el Comité Central Israelita. Éste, empero, decidió no formular ninguna denuncia. El presidente de la organización judía, Israel Buszkaniec, señaló a “El País” que “las reacciones de quienes podían declarar algo como Aguada o Urunday fueron tan rápidas que nos dejaron sin necesidad de hacer ningún tipo de declaración, porque Aguada rechazó lo que había sucedido y Urunday echó a quien mandó el mensaje por Twitter”.

Obviamente, el joven no es un marginal. Es alguien con estudios, formado, un docente, desmintiendo —una vez más— el estereotipo del antisemita marginal, ignorante y de dudosa salud mental.

Por eso nuestra insistencia con el tema. Porque debe entenderse que no se trata de un fenómeno marginal sino de una cultura tóxica que se encuentra extendida en forma soterrada en nuestra sociedad y a la cual hay que combatir con la ley en la mano pero, por sobretodo, con educación, educación y más educación.
Correo de los Viernes.
Publicación Oficial de la Secretaría de Prensa del Foro Batllista.