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Límite de la dualidad

Tras haber alcanzado mediano éxito, el doble discurso del Frente Amplio se agota y llega a su fin, según el análisis del doctor Julio Ma. Sanguinetti publicado en El País del domingo pasado y que acá reproducimos

Circunstancialmente, y casi por milagro, un exabrupto de ese dictador maleducado que es Maduro, le permitió al Dr. Vázquez tener una semana tranquila en cuanto a su “fuerza política”. Todos tuvieron que alinearse detrás del Presidente, como cualquier otro uruguayo de buena fe que naturalmente rechaza el destrato a su Presidente. Pero enseguida hubo de tomar medidas para que no se expresaran discrepancias públicas sobre las medidas de gobierno, se coordinaran los Ministros y los funcionarios pidieran autorización antes de hacer declaraciones.

Detrás de estos episodios de apariencia trivial, se revela una situación muy profunda: la dualidad tradicional del Frente Amplio está llegando a su fin. El vaciamiento de ideas que se ha ido produciendo, paso a paso, en estos doce años de gobierno, aflora ya como un barco sin rumbo claro, un desconcierto de horizontes.

El decreto de los piquetes se dictó para recordar lo que ya estaba legalmente establecido y que es algo tan sencillo como que no se pueden cortar las rutas de tránsito del país. Parecería ser un acto de autoridad destinado a preservar el orden de las intemperancias habituales. Hasta en Argentina, asolada por piquetes, se miró con complacencia la disposición. No sabían que la medida conllevaba su propia contradicción, o sea que no rezaba para el ejercicio del derecho de huelga, que era justamente el tema, el mismo debate que se da con las ocupaciones de establecimientos que la propia OIT condena. Lo de siempre: estamos y no estamos, decidimos y no decidimos, porque no es posible contradecir al Pit-Cnt.

El tema de Ancap incluye también, no faltaba más, las dos actitudes. Luego del desastre que comandaron nuestros actuales Vicepresidente e Intendente, se ha anunciado ahora la maravilla de un balance superavitario, asentado lisa y llanamente en no trasladar la baja del petróleo a la tarifa. Se anuncian también severas medidas de restricción administrativa dirigidas, por ejemplo, a reducir las pérdidas en el cemento pórtland, cortando servicios tercerizados para enjardinar lugares y otros cometidos secundarios. Ya el poderoso sindicato de la Construcción dijo que no, porque todo cambio ha de hacerse de modo que no cambie nada en las estructuras presupuestales, o sea por milagro. Mientras tanto, un horno que costó 80 millones de dólares yace a la espera de que se le venda (propuesta de la actual administración) o se le instale, gastando otro tanto (propuesta de Sendic).

El engendro de la marihuana también reconoce la dualidad: el presidente anterior instaló este sistema que en tres años recién se está poniendo en funcionamiento y el actual lo aplica a regañadientes. El gobierno está a favor y también en contra. Ínterin, el consumo crece vertiginosamente, el narcotráfico campea y la generalidad vive en la ignorancia de los daños científicamente comprobados de la adicción al cannabis.

Ni hablemos de la posición sobre las dictaduras. Mientras hay diputados que sostienen que Corea del Norte es una democracia y la dirigencia del Pit-Cnt oficialmente sigue considerando que Venezuela es víctima del imperialismo, la Cancillería notoriamente está en la línea de apoyo al Secretario General de la OEA. El propio Presidente llegó a sostener, pocos días antes de la atrocidad del autogolpe, que en Venezuela funcionaban los tres poderes, ignorando olímpicamente la subordinación de la Justicia y el cerco financiero y jurídico a un Congreso cuyas resoluciones no se acatan y ni se le pa-ga el sueldo a los parlamentarios. No creemos que lo dicho respondiera a una convicción sino a la necesidad de no molestar a la mayor bancada parlamentaria del Frente y a la organización sindical. La acusación de Maduro de que Uruguay conspira junto a los EE.UU. ha puesto un paréntesis en la notable dualidad de la coalición de gobierno. Pero los días pasan, Maduro no se rectifica y nuestro gobierno tendrá que tomar resoluciones que seguramente serán rechazadas por todo ese mundo autoritario que pulula en las entretelas del comunismo y el mujiquismo.

Todas esas contradicciones son el fruto de un vaciamiento ideológico. Los hechos no se han correspondido a las proclamas. ¿Para cuándo el socialismo se preguntan quienes vivieron pintando carteles contra el Fondo Monetario, por la reforma agraria y el imperialismo yanqui? Mientras hubo dinero para calmarlos con subvenciones varias, todo fue bien, pero ese tiempo se terminó. Y ahora está adelante un debate presupuestal en que unos quieren seguir gastando y poniendo impuestos, mientras Astori les dice que la producción ya no resiste más gravámenes y el déficit está en su techo. Más o menos lo que decía el vilipendiado Consenso de Washington tantas veces exhibido como una especie de diabólica construcción.

Es verdad que todo este doble discurso ha sido un éxito electoral para el FA. Ha sido gobierno y oposición. Todos caben en su seno, aun los totalitarios. Es lo que hoy se llama “posverdad”, o sea que una mentira, si sale bien, se reconoce como verdad. Hasta ahora, se ha podido envolver el fraude intelectual con la cortina de humo de un Estado dadivoso. Pero esas nubes se disipan y la ciudadanía empieza a ver, recién comienza a ver, que sin educación moderna y racionalidad administrativa, el futuro nos aplastará más rápido de lo que pensamos.
Correo de los Viernes.
Publicación Oficial de la Secretaría de Prensa del Foro Batllista.