Correo de los Viernes - Imprimir Noticia
Imprimir

Castigan al usuario

El intendente Daniel Martínez olvidó a los usuarios del transporte montevideano cuando fijó el nuevo precio del boleto. Ajuste abusivo, y pago diferencial (efectivo y tarjeta STM), que miles de ciudadanos no pueden afrontar. Tampoco se instrumentan soluciones en busca de una reforma sustancial; los cambios son urgentes.

Duele viajar en ómnibus por la ciudad de Montevideo; duele pagar un boleto, que ahora cuesta $33, y que lastima inexorablemente los bolsillos.

El precio del boleto afecta, en forma directa, a la población más humilde, a los trabajadores de menores recursos, que, por otra parte, se traslada en servicios deficientes, de mala calidad.

El precio del boleto –que va más allá de un dólar- supera la capacidad de los jerarcas frenteamplistas de la comuna y supone un grave problema que no han podido resolver.

Los $3 de aumento, dispuestos el 1º de marzo, han significado el cuarto ajuste desde que asumió el intendente Daniel Martínez. En menos de dos años, el precio subió de $24 a $33. Esto es $9 de incremento, o un alza de 37,5%.

Acosados por las dificultades, los funcionarios municipales han incurrido en contradicciones y han definido oscuramente el origen de los sucesivos ajustes:

--Los salarios de los trabajadores del transporte. Señalan que un 73% del precio del boleto va para los sueldos; por lo tanto, cada ajuste salarial, un ajuste en el precio del boleto.

--La disminución en la venta de boletos. En los últimos tres años se redujo 7% la venta. Claro está que subir el precio de un servicio porque se redujo la demanda, no resiste análisis económico alguno.

--Inflación. El precio del boleto subió 37,5% desde que asumió Martínez; el IPC subió 13,40%; los salarios en el transporte subieron 21%.

El intendente Martínez ha lanzado distintas argumentaciones con el transcurso del tiempo. Así, por ejemplo, poco después de asumir señaló que “con algunas medidas, el boleto va a bajar”. Meses más tarde, dijo que había expresado una “frase que reconozco tonta de mí”.

Por otro lado, manifestó que “el precio del boleto no es barato porque tenemos un sistema de transporte público muy extendido; lo usa poca gente y para recorrer grandes distancias, lo que no lo hace económico”.

También agregó que “el objetivo es tener un transporte público de calidad, rápido, limpio, con buena atención”.

Hace seis meses afirmó que para evitar nuevos aumentos tarifarios es “necesario una paulatina eliminación de los guardas”. En Montevideo, existen unos 1.000 guardas, que perciben mensualmente alrededor de $35.000.

En los últimos días, los trabajadores del transporte cuestionaron la suba de $3 en el precio del boleto y estimaron que $1 de ajuste habría alcanzado para cubrir los salarios.

El gremio denunció, además, agresiones de los pasajeros, molestos por los aumentos.

En síntesis, existe la necesidad de una reforma en el sistema del transporte; los cambios no llegan y la población está, cada vez más, desencantada de las condiciones en que viaja.

La promesa de un único ajuste para 2017 es insuficiente e improcedente: el usuario promedio destina el 10% de su sueldo para el pasaje de ómnibus. El usuario está atrapado por el sistema y sólo puede viajar en el transporte público, un transporte caro, malo y deficiente.

Martínez no ha podido arreglar la basura, el tránsito y los corredores (que parecen la muerte) y el transporte. Vaya negligencia!
Correo de los Viernes.
Publicación Oficial de la Secretaría de Prensa del Foro Batllista.