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Connivencia y corrupción

Tres jerarcas de ASSE insisten en ofrecer servicios de ambulancia a hospitales del interior, contradiciendo las normas, la ética y el sentido común. Dos de esos personajes fueron candidatos en la lista 711, del Vicepresidente Raúl Sendic.

Según informó el semanario Búsqueda, el Tribunal de Cuentas resolvió cuestionar, por la unanimidad de sus miembros, el gasto efectuado por la dirección del hospital de Bella Unión para contratar la empresa de unidades de emergencia SIEMM, propiedad de tres directores de otros hospitales de ASSE.

Esa connivencia está explícitamente prohibida por el artículo 46 del Tocaf, el Texto Ordenado de Contabilidad y Administración Financiera  y por otras leyes, que establecen que los funcionarios públicos no pueden venderle servicios al organismo en que trabajan.

Los dueños de la empresa de ambulancias son tres médicos que ahora son jerarcas de otros hospitales. Se trata de los doctores Federico Eguren, actual director del Pereira Rossell; Rodrigo Barcelona, director de los servicios pediátricos de ese hospital; y Marcos García, director del hospital de Salto. Eguren y García fueron jerarcas del hospital de Bella Unión entre 2011 y 2014, años en los cuales los gastos en los servicios tercerizados de ambulancias crecieron de $ 560.000 a $ 13.000.000, es decir, 14 veces más, sin que la cantidad de enfermos trasladados haya aumentado correspondientemente.

Búsqueda informa que los doctores Eguren y García fueron a su vez candidatos en la lista 711 del Vicepresidente Raúl Sendic.

Lo interesante del asunto es que el Tribunal de Cuentas se expidió a solicitud de ASSE, pero esta administración no actuó por cuenta propia, sino que acudió al órgano de control tras enterarse que el diputado blanco Martín Lema –quien próximamente interpelará al Ministro de Salud por éste y otros temas– había hecho una denuncia ante el Tribunal. Es decir que si el diputado opositor no hubiera actuado, ASSE hubiera seguido admitiendo la connivencia y la corrupción.

Estos hechos confirman que ASSE es un gran centro de corrupción, amiguismo y clientelismo, factores por los que hace un tiempo fue procesado el delegado sindical en el Directorio. Pero da la impresión que el desorden y la deshonestidad son mayores, estructurales, y abarcan a funcionarios, médicos y directores.

Mientras tanto el gobierno, que había prometido cortarle la mano a los corruptos –debería haber ya varios mancos– mira para el costado.
Correo de los Viernes.
Publicación Oficial de la Secretaría de Prensa del Foro Batllista.