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No se olviden del ajuste fiscal...
 El próximo 1° de enero entra a regir la Rendición de Cuentas aprobada este año y, con ella, el ajuste fiscal. ¿Pero alcanzará?
Casi nadie lo recuerda pero el programa que el Ministro Astori —en su infinita capacidad de crear eufemismos— denominó “de consolidación fiscal”, o sea, el torniquete tributario que tanta polvareda levantó durante su debate este año, comenzará a regir a partir del 1º de enero. A lo largo del año, eso tendrá un impacto en los ingresos de las personas y en el nivel de actividad, deprimiéndolo aún más, con el consiguiente impacto en recaudación (lo que gana por un lado, lo pierde por otro), empleo y salarios.
Pero además deberán ajustarse las tarifas públicas, que también tendrán un impacto negativo. ¿Puede esperarse un nuevo tarifazo? Es lo más probable y si no es en enero, lo será en julio, porque el déficit fiscal sigue impertérrito.
¿Y alcanzará con el ajuste de la Rendición y con las tarifas públicas? El Instituto Cuesta Duarte del PIT-CNT aventura un hipótesis nada halagüeña: “¿Será posible cumplir con los compromisos asumidos en materia de educación, cuidados, vivienda e inversión y a la vez alcanzar las metas de déficit fiscal propuestas con los actuales recursos? A nuestro juicio será muy difícil alcanzar dichos objetivos sin resignaciones o postergaciones, si no se analiza la posibilidad de incrementar la actual carga tributaria, lo que abre el debate sobre la estructura tributaria que tiene el país, cuán justa es y cómo se adapta a los objetivos de desarrollo a mediano plazo”.
Que el ajuste y el tarifazo no alcanzarán es algo que ve casi todo el mundo. Así que, estimado lector, trate de no ser dispendioso en 2017 porque su bolsillo estará cada vez más flaco. Es una gentileza de la estupenda gestión del Frente Amplio. |
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