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El gobierno en lucha con sus propios fantasmas

Un posible acuerdo de Libre Comercio con China puede servirle a Uruguay, pero la situación enfrenta al gobierno con sus socios históricos, Argentina y Brasil, y con los fantasmas ideológicos del propio Frente Amplio.

En la búsqueda de nuevos horizontes que el Mercosur no ofrece, el gobierno ha salido resueltamente a concretar acuerdos de libre comercio. La historia no le ayuda mucho, ya que en el pasado tuvo que abdicar, primero, de una negociación de ese tipo con Estados Unidos y, en este segundo período, respecto al Tisa, el acuerdo sobre comercio y servicios. Se firmó ahora un tratado con Chile, mal llamado de libre comercio, ya que refiere a normas diversas y no a los aranceles. Pero ese acuerdo debe ser aprobado en el Parlamento.

Es interesante que el presidente Vázquez insista en este camino, porque es sin duda la ruta adecuada, dado que el país solo crecerá hacia afuera, conquistando mercados. Pero la encrucijada es muy difícil, dado que el atajo de hacer un acuerdo de libre comercio con China puede enfrentar a Uruguay con Argentina y con Brasil, que deben habilitar esa instancia en forma previa. Si bien el Dr. Vázquez sostuvo que ya habló con los presidentes de ambos países, Argentina prefiere que la negociación la haga el Mercosur y no Uruguay por su cuenta y la diplomacia brasileña se opondría a que Uruguay se maneje solitariamente.

Es decir, dependemos de un Mercosur que, aunque casi no existe, puede hacer prevalecer sus normas fantasmagóricas. El punto es que Uruguay no puede ni debe desconocer esas normas, algunas de las cuales le prohíben precisamente que haga acuerdos por fuera del bloque. Los gobiernos de Argentina y de Brasil pueden invocar esos fantasmas si no les parece adecuado que China establezca una especie de base de industria maquiladora en Uruguay para competir con sus economías.

Además de esa valla internacional, el gobierno tiene que superar sus contradicciones internas, lo que no será fácil. El ex presidente Mujica ya advirtió que “le trasmitirá” al presidente Vázquez su preocupación de que se hable de un tratado de libre comercio —Satanás— y que Uruguay no puede ser una zona franca de China. Los rapidísimos dirigentes del Pit-Cnt vienen acomodando el cuerpo pero el grueso del Frente Amplio aún sigue pensando como lo hacía su presidente, el señor Vázquez, que hasta hace poco proclamaba que la ruta adecuada era “más y mejor Mercosur”. Nuestro columnista Tomás Laguna se refiere también a este punto.

La desorientación del Frente Amplio en materia de inserción internacional —un asunto clave para un país pequeño como Uruguay— es realmente preocupante. Vázquez llegó a la Presidencia con una campaña publicitaria que sostenía que traía certezas frente a las eventuales incertidumbres de su joven contrincante, Luis Lacalle Pou. Pero no hay ninguna certeza en los caminos que el país va recorriendo. Ante el fracaso rotundo de sus propias propuestas, el gobierno intenta recorrer otros caminos, pero más bien se parece a un aventurero solitario en medio de la selva.
Correo de los Viernes.
Publicación Oficial de la Secretaría de Prensa del Foro Batllista.