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Por mal camino o el miedo a la libertad
 El Frente Amplio tiene una incapacidad existencial de aceptar las innovaciones. El Poder Ejecutivo se propone combatir a Uber —y plataformas similares— mediante una draconiana ley cuyo texto ya le fue adelantado a la bancada oficialista.
El primer proyecto de ley enviado por el Poder Ejecutivo al Parlamento para regular las plataformas digitales de servicios era un desastre porque, a la vez de tener pretensión de omnicomprensivo (la aspiración era regular, en clave restrictiva, desde Uber hasta Netflix), daba cuenta de la profunda ignorancia acerca de estas nuevas modalidades de negocio en el mundo digital. El Poder Ejecutivo abandonó entonces ese proyecto y se apresta a enviar otro, mucho peor que el primero.
Esta nueva iniciativa se concentra en un draconiano régimen sancionatorio, que da cuenta de que el propósito es cerrarle el paso a Uber, a EasyTaxi, Cabyfy y a todo mecanismo similar para el transporte de pasajeros. En definitiva, el gobierno apuesta una vez más a cerrarle el paso a la innovación y a la mayor libertad de los consumidores, en defensa objetiva de los intereses de los actores tradicionales.
No es una sorpresa. Cuando se planteó la posibilidad de que las empresas de cable ofrecieran el llamado “triple-play” (internet, televisión, telefonía) el primer gobierno del Frente Amplio bloqueó esa posibilidad y lanzó su fracasado “Plan Cardales” con el único propósito de impedir que los privados “primerearan” a ANTEL. Después se bloqueó la posibilidad de que operadores privados brindaran conexión por fibra óptica en competencia con ANTEL. Más adelante se bloqueó un acuerdo entre el Plan Ceibal y Google, que había ofrecido gratuitamente su plataforma educativa.
En suma, la reacción instintiva del Frente Amplio es siempre la misma: ante la innovación que brinda más libertad, la prohibición en defensa del status quo. El problema, es sencillo advertir, es prácticamente constitutivo de su identidad: la desconfianza ante aquello que no se controla. Es la vocación controladora, invasiva de la esfera de acción de las personas, lo que lleva al Frente Amplio a bloquear la innovación. En definitiva, el miedo a la libertad. |
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