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Groserías al kilo
 El senador Mujica no tiene límites. Lo demostró en su juventud, cuando arremetió contra la democracia y participó de una guerrilla que cometió asesinatos y traiciones.
Al llegar a la presidencia de la República en marzo de 2010 pareció enmendar el rumbo de su vida, con un discurso de tono republicano en el que propuso…educación, educación, educación.
Pero en el ejercicio de la primera magistratura no pudo con su genio (¿genio o estupidez?) y concretó la administración más desprolija que el Uruguay conozca, de lo que todos estamos pagando las consecuencias.
Ahora no pierde oportunidad para decir palabrotas en sus recorridas por el mundo, en las que lo único que le importa es llamar la atención y promover su fama. Se olvida de los compromisos de Uruguay e insulta a sus vecinos, Argentina y Brasil, como viene de hacerlo en España de los que dijo, nada menos, que la "están cagando arriba de la mesa de los vecinos. La puta que los parió. ¡Qué desastre! Parecen dos repúblicas bananeras. No sé cómo van a salir de sus respectivas crisis, sobre todo Brasil, que está más complicado. Parece una telenovela".
No sabemos a qué hora y en qué circunstancias el actual senador hizo esas declaraciones, pero sí sabemos que conforman un agravio irrecuperable, a nuestros vecinos y a nosotros mismos, los uruguayos, que no merecemos ser representados por un personaje decadente y ruinoso. |
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